Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jueces 11:31 - La Palabra (versión española)

31 el primero que salga a mi encuentro por las puertas de mi casa cuando regrese después de haber vencido a los amonitas, lo consagraré al Señor y lo ofreceré en holocausto.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

31 cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

31 yo entregaré al Señor al primero que salga de mi casa para recibirme cuando regrese triunfante. Lo sacrificaré como ofrenda quemada».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

31 el primero que atraviese la puerta de mi casa para salir a saludarme después de mi victoria sobre los amonitas, será para Yavé y lo sacrificaré por el fuego'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

31 cualquiera que salga a mi encuentro por las puertas de mi casa cuando yo vuelva de los hijos de Amón en paz, será de YHVH y lo ofreceré en holocausto.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 el primero que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro, al volver yo sano y salvo de los amonitas, será para Yahveh y se lo sacrificaré en holocausto'.

Gade chapit la Kopi




Jueces 11:31
14 Referans Kwoze  

y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios,


Hay quien inmola un toro y también mata a un ser humano; hay quien sacrifica una oveja y también desnuca a un perro; hay quien presenta una ofrenda y también sangre de cerdo; quien ofrece un memorial de incienso y quien bendice a un dios cualquiera. Pues si ellos eligieron su camino, complacidos en sus abominaciones,


Ningún hombre o mujer de Israel practicará la prostitución sagrada.


Y Jefté hizo un voto al Señor: —Si entregas en mis manos a los amonitas,


Jefté se adentró en territorio amonita para atacarlos, y el Señor se los entregó.


y le hizo esta firme promesa: —Señor del universo, si prestas atención a la humillación de tu esclava, si me tienes en cuenta y no me olvidas, si me concedes un hijo varón, te prometo que te lo entregaré de por vida y que nunca se afeitará la cabeza.


Ahora se lo entrego al Señor para que sea suyo de por vida. Y adoraron allí al Señor.


Los israelitas terminaron aquel día agotados, pues no habían probado bocado. Y es que Saúl los había juramentado, diciendo: —¡Maldito el que coma algo antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos!


Saúl sentenció: —Que Dios me castigue si no mueres, Jonatán.


Samuel estaba al servicio del Señor y vestía una túnica de lino.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite