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Juan 9:3 - La Palabra (versión española)

3 Jesús respondió: —Ni sus propios pecados ni los de sus padres tienen la culpa; nació así para que el poder de Dios resplandezca en él.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 —No fue por sus pecados ni tampoco por los de sus padres —contestó Jesús—. Nació ciego para que todos vieran el poder de Dios en él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Jesús respondió: 'Esta cosa no es por haber pecado él o sus padres, sino para que unas obras de Dios se hagan en él, y en forma clarísima.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Jesús respondió: No pecó éste ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Contestó Jesús: 'Ni él pecó, ni sus padres, sino que esto es para que se manifiesten las obras de Dios en él.

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Juan 9:3
16 Referans Kwoze  

Bien me sé lo que pensáis, todo lo que tramáis contra mí.


También se indignó contra los tres compañeros, porque, al no encontrar respuesta, habían dejado a Dios por culpable.


Cuando el Señor terminó de decir esto a Job, se dirigió a Elifaz de Temán: —Estoy enfadado contigo y con tus dos compañeros, porque no habéis hablado de mí como hay que hablar, al contrario de como lo ha hecho mi siervo Job.


los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el evangelio.


Jesús, al enterarse, dijo: —Esta enfermedad no terminará en la muerte, sino que tiene como finalidad manifestar la gloria de Dios; por medio de ella resplandecerá la gloria del Hijo de Dios.


Jesús le contestó: —¿No te he dicho que, si tienes fe, verás la gloria de Dios?


Cuando los isleños vieron al reptil colgando de la mano de Pablo, se dijeron unos a otros: —Este hombre es realmente un asesino; aunque se ha librado de la tempestad, la justicia divina no permite que viva.


Tras amenazarlos de nuevo, los dejaron libres. La verdad es que no hallaban forma de castigarlos sin enfrentarse con el pueblo, pues todos alababan a Dios por lo ocurrido;


Por nuestra parte, hemos conocido y hemos puesto nuestra confianza en el amor que Dios nos tiene. Dios es amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios permanece en él.


Y Dios ha demostrado que nos ama enviando a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por medio de él.


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