Juan 7:48 - La Palabra (versión española)

⁴⁸ ¿Acaso alguno de nuestros jefes o de los fariseos ha creído en él?

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁸ ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos?

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁸ ¿Habrá siquiera uno de nosotros, gobernantes o fariseos, que crea en él?

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁸ ¿Hay algún jefe o algún fariseo que haya creído en él?

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁸ ¿Acaso alguno de los magistrados o de los fariseos ha creído° en él?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁸ ¿Acaso alguien entre los jefes o entre los fariseos ha creído en él?

Juan 7:48 Referans Kwoze

Mateo 11:25

Por aquel entonces dijo Jesús: —Padre, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos.

Lucas 23:13

Entonces Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a las autoridades y al pueblo,

Juan 12:42

A pesar de todo, fueron muchos, incluso entre los jefes judíos, los que creyeron en Jesús. Pero no se atrevían a manifestarlo públicamente, porque temían que los fariseos los expulsaran de la sinagoga.

Juan 3:1

Un miembro del partido de los fariseos, llamado Nicodemo, persona relevante entre los judíos,

Juan 7:26

Resulta que está hablando en público y nadie le dice ni una palabra. ¿Será que nuestros jefes han reconocido que verdaderamente se trata del Mesías?

Juan 7:49

Lo que ocurre es que todos estos que no conocen la ley son unos malditos.

Juan 7:50

Pero uno de ellos, Nicodemo, que con anterioridad había acudido a Jesús, intervino y dijo:

Hechos 6:7

El mensaje de Dios se extendía y el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén. Incluso fueron muchos los sacerdotes que abrazaron la fe.

1 Corintios 1:20

¿Quién se atreverá a presumir de sabio, de maestro o de investigador de este mundo? ¿No ha demostrado Dios que la sabiduría de este mundo es pura necedad?

1 Corintios 2:8

Ninguno entre los poderosos de este mundo ha llegado a conocer tal sabiduría, pues, de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria.