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Juan 19:29 - La Palabra (versión española)

29 Empaparon una esponja en vinagre, la colocaron en la punta de una caña de hisopo y se la acercaron a la boca.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Había allí una vasija de vino agrio, así que mojaron una esponja en el vino, la pusieron en una rama de hisopo y la acercaron a los labios de Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Había allí un jarro lleno de vino agrio. Pusieron en una caña una esponja empapada en aquella bebida y la acercaron a sus labios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Estaba puesta una vasija llena de vinagre. Entonces sujetaron alrededor de un hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Había allí un jarro lleno de vinagre. Pusieron, pues, en una caña de hisopo una esponja empapada en el vinagre y se la acercaron a la boca.

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Juan 19:29
9 Referans Kwoze  

Rocíame con hisopo y quedaré purificado, límpiame y seré más blanco que la nieve.


Después tomad un manojo de hisopo, empapadlo en la sangre del animal recogida en un recipiente, y untad con ella el dintel y las dos jambas de la puerta. Que nadie salga de su casa hasta la mañana siguiente.


Una persona purificada tomará hisopo, lo mojará en el agua y rociará la tienda junto con todos los enseres y las personas que estén allí, así como a todo aquel que hubiese entrado en contacto con un asesinado, con huesos de muerto o con una sepultura.


ofrecieron a Jesús vino mezclado con hiel; pero él, después de probarlo, no quiso beberlo.


Al punto, uno de ellos fue corriendo a buscar una esponja, la empapó en vinagre y sirviéndose de una caña se la acercó a Jesús para que bebiera.


Jesús, entonces, lanzando otra vez un fuerte gritó, expiró.


Uno de ellos fue corriendo a empapar una esponja en vinagre, y con una caña se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo: —Dejad, a ver si viene Elías a librarlo.


Los soldados también se burlaban de él: se acercaban para ofrecerle vinagre y le decían:


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