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Juan 14:1 - La Palabra (versión española)

1 No estéis angustiados. Confiad en Dios y confiad también en mí.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 No se turben; crean en Dios y crean también en mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 No se turbe vuestro corazón; creed° en Dios, creed también en mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 'Que no se turbe vuestro corazón: creéis en Dios, pues creed también en mí.

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Juan 14:1
37 Referans Kwoze  

¿Por qué estoy abatido? ¿Por qué estoy tan turbado? En Dios pondré mi esperanza, no cesaré de alabarlo, ¡él es mi Dios salvador!


Y yo digo: «Esto es lo que me aflige, que el favor del Altísimo ha cambiado».


Su propósito es firme, va atesorando bienestar, pues confía en ti.


Me siento abrumado de dolor, tengo enfermo el corazón, al oír los gritos de mi pueblo desde una tierra lejana:


Jesús, al verla llorar a ella y a los judíos que la acompañaban, lanzó un suspiro y, profundamente emocionado,


Me encuentro ahora profundamente turbado; pero ¿acaso pediré al Padre que me libre de este trance? ¡Si precisamente he venido para vivir esta hora!


Jesús, entonces, proclamó: —El que cree en mí, no solamente cree en mí, sino también en el que me ha enviado;


Os digo estas cosas ahora, antes que sucedan, para que, cuando sucedan, creáis que «yo soy».


Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.


Y harán eso con vosotros porque no conocen ni al Padre ni a mí.


Eso sí, al anunciaros estas cosas, la tristeza se ha apoderado de vosotros.


Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado.


Mi Padre quiere que todos los que vean al Hijo y crean en él, tengan vida eterna; yo, por mi parte, los resucitaré en el último día.


Lo que ahora procede es que le perdonéis y lo animéis no sea que el exceso de tristeza lo empuje a la desesperación.


Por eso yo, al tener noticias de vuestra fe en Jesús, el Señor, y del amor que dispensáis a los creyentes,


que no perdáis demasiado pronto la cabeza, ni os dejéis impresionar por revelaciones, por rumores o por alguna carta supuestamente nuestra en el sentido de que el día del Señor es inminente.


Gracias a él, creéis en Dios, que lo resucitó de la muerte y lo llenó de gloria para que de esta manera vuestra fe y vuestra esperanza descansen en Dios.


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