Josué 5:14 - La Palabra (versión española)

¹⁴ Respondió el interpelado: —Yo soy el jefe del ejército del Señor y acabo de llegar. Cayó Josué rostro en tierra, lo adoró y le preguntó: —¿Qué manda mi Señor a su siervo?

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Él respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ —Ninguno de los dos —contestó—. Soy el comandante del ejército del Señor. Entonces Josué cayó rostro en tierra ante él con reverencia. —Estoy a tus órdenes —dijo Josué—. ¿Qué quieres que haga tu siervo?

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ Respondió: 'Soy el jefe del ejército de Yavé, y acabo de llegar'. Entonces Josué cayó con el rostro en tierra y se postró. Luego le dijo: '¿Qué dice mi Señor a su servidor?'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Y él dijo: No, Yo soy Príncipe del ejército de YHVH que he venido ahora. Y Josué cayó en tierra sobre su rostro y adoró, y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ Respondió él: 'No; soy el príncipe del ejército de Yahveh, que llego ahora'. Josué cayó rostro en tierra y lo adoró. Luego le dijo: '¿Qué manda mi señor a su siervo?'.

Josué 5:14 Referans Kwoze

Génesis 17:17

Cayó Abrahán rostro en tierra y se puso a reír pensando para sí: «¿Cómo va un centenario a engendrar un hijo, y Sara dar a luz a los noventa?».

Génesis 17:3

Entonces Abrán cayó rostro en tierra mientras Dios continuaba diciendo:

2 Samuel 7:19

Y por si te pareciera poco, Señor Dios, te has referido además a la dinastía de tu siervo para el futuro, como si se tratase de una ley humana, mi Señor.

2 Samuel 7:20

¿Qué más puedo añadir yo, si tú, Señor Dios, conoces de sobra a tu siervo?

Salmos 110:1

Oráculo del Señor a mi señor: «Siéntate a mi derecha, hasta que haga de tus rivales el estrado de tus pies».

Salmos 24:10

¿Quién es el rey de la gloria? El Señor del universo, él es el rey de la gloria. [Pausa]

Éxodo 4:10

Moisés insistió: —Señor, yo no tengo facilidad de palabra, y esto no me ocurre solo ahora que estás hablando con tu siervo, sino que me viene de antes; soy poco elocuente y se me traba la lengua.

Éxodo 4:13

Moisés volvió a replicar: —¡Por favor, Señor, envía a cualquier otro!

Isaías 55:4

Lo nombré testigo para los pueblos, soberano y preceptor de naciones.

Isaías 6:8

Oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Contesté: «Yo mismo. Envíame».

Ezequiel 3:23

Me puse inmediatamente en marcha hacia la llanura, y allí estaba la gloria del Señor (era la gloria que había visto a orillas del río Quebar). Al verla, caí rostro en tierra.

Daniel 10:13

Pero el príncipe del reino de Persia me ha opuesto resistencia durante veintiún días. Menos mal que Miguel, uno de los primeros príncipes, acudió en mi ayuda, pues yo estaba retenido junto a los reyes de Persia.

Daniel 10:21

Pero antes te revelaré lo que está escrito en el Libro de la Verdad. No hay nadie que me ayude a luchar contra esos príncipes, salvo Miguel, vuestro Príncipe.

Daniel 12:1

En aquel tiempo aparecerá Miguel, el gran Príncipe protector de tu pueblo. Habrá un tiempo de angustia como no la ha habido desde que existen las naciones. Pero en ese tiempo será salvado tu pueblo, todos los que tengan el nombre escrito en el libro.

Daniel 8:11

Llegó incluso a desafiar al jefe mismo del ejército del cielo; suprimió el sacrificio permanente y socavó los cimientos de su santuario.

Levítico 9:24

Salió fuego de la presencia del Señor y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.

Números 16:22

Pero ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron: —Oh Dios, origen de toda vida, si ha sido uno solo el que pecó, ¿te enojarás contra toda la comunidad?

Números 22:31

Entonces el Señor abrió los ojos de Balaán que, al ver al ángel del Señor de pie en medio del camino con la espada desenvainada en su mano, hizo una profunda reverencia y se postró rostro a tierra.

Mateo 22:44

Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha hasta que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies»?

Mateo 8:2

En esto se le acercó un leproso, que se postró ante él y le dijo: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.

Lucas 1:43

Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme?

Lucas 20:42

El propio David escribe en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha

Lucas 5:12

En uno de los pueblos por donde pasaba Jesús, había un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró rostro en tierra y le dijo: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.

Juan 20:28

Tomás contestó: —¡Señor mío y Dios mío!

Hechos 9:6

Anda, levántate y entra en la ciudad. Allí recibirás instrucciones sobre lo que debes hacer.

Filipenses 3:8

Más aún, sigo pensando que todo es deleznable en comparación con lo sublime que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él renuncié a todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.

Hebreos 2:10

Convenía, en efecto, que Dios, que es origen y fin de todas las cosas y que quiere conducir a una multitud de hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio del sufrimiento a quien tenía que encabezar la salvación de los demás.

Josué 20:1

El Señor dijo a Josué:

Apocalipsis 12:7

En el cielo se libró un combate: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón. Lucharon encarnizadamente el dragón y sus ángeles,