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Josué 22:22 - La Palabra (versión española)

22 —El Dios de los dioses, el Señor, lo sabe bien, y debe saberlo también Israel. Si nos hemos rebelado contra el Señor o le hemos sido infieles, que no nos perdone hoy.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Jehová Dios de los dioses, Jehová Dios de los dioses, él sabe, y hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no nos salves hoy.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 —¡El Señor, el Poderoso, es Dios! ¡El Señor, el Poderoso, es Dios! Él conoce la verdad, ¡y que Israel también la sepa! Nosotros no construimos el altar por traición o en rebeldía contra el Señor. Si fuera así, no nos perdonen la vida ni un día más.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 El Dios de los dioses, Yavé, el Dios de los dioses, sabe la verdad e Israel debe saberla. Si nos hubiéramos rebelado contra Yavé, si le hubiésemos sido infieles, entonces que Yavé no nos perdone.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 YHVH, el Dios de dioses, YHVH el Dios de dioses, Él lo sabe, y que lo sepa Israel: Si ha sido rebelión o prevaricación contra YHVH, no nos salves en este día.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 'El Dios de los dioses, Yahveh, lo sabe bien y también Israel debe saberlo: si ha habido rebelión o infidelidad contra Yahveh, que él se niegue hoy a prestarnos auxilio.

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Josué 22:22
40 Referans Kwoze  

escucha tú desde el cielo, el lugar donde habitas, perdona y actúa, pagando a cada cual según su conducta, pues conoces su corazón. Porque solo tú conoces el corazón de todos los humanos.


De sobra sabes que no soy culpable, pero nadie me librará de tus manos.


Él, en cambio, conoce mis andanzas; si me prueba, saldré purificado como el oro.


¡que se me salga el hombro de la espalda, que se me rompa el brazo por el codo!


Alabad al Dios de dioses, porque es eterno su amor.


Hará que como la luz resplandezca tu justicia, como el mediodía tu derecho.


He pregonado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios y tú, Señor, lo sabes.


¿no lo hubiera averiguado Dios, él, que conoce los secretos del corazón?


Por tu causa no dejan de matarnos, nos ven como ovejas del matadero.


El Señor, el Dios de dioses, habló y convocó a la tierra desde el levante al poniente.


Dios se alza en la asamblea divina, entre los dioses imparte justicia.


Porque el Señor es un Dios grande, un gran rey sobre todos los dioses.


Que se avergüencen los idólatras, los que cifran en los ídolos su orgullo, que se postren ante él todos los dioses.


y de la arrogancia con que os trataron; ahora estoy convencido de que el Señor es más grande que todos los dioses.


Tú, Señor, me conoces y me ves, has examinado mi actitud hacia ti. Ponlos aparte como ovejas destinadas al matadero, sepáralos para el día de la matanza.


Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el interior de las personas, para pagar a cada cual su conducta, conforme al fruto de sus acciones.


El rey actuará a su capricho. Se engrandecerá y se exaltará a sí mismo por encima de todos los dioses y dirá cosas inauditas contra el Dios de los dioses. Y tendrá éxito hasta que se haya colmado el tiempo de la cólera, pues lo que ha sido decidido tiene que cumplirse.


Después el rey dijo a Daniel: —Está claro que vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de reyes y revelador de misterios, pues tú has conseguido desvelar este misterio.


Tengo que soportar la ira del Señor hasta que se haga cargo de mi causa y restablezca mi derecho, pues he pecado contra el Señor. Él me llevará hasta la luz y me hará experimentar su victoria.


Ese día volveréis a ver la diferencia entre el justo y el impío, entre quien sirve a Dios y quien no lo hace.


Por tercera vez le preguntó Jesús: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció al oír que le preguntaba por tercera vez si lo quería, y contestó: —Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Entonces Jesús le dijo: —Apacienta mis ovejas.


Luego hicieron esta oración: «Señor, tú que conoces a todos en lo íntimo de su ser, manifiesta a cuál de estos dos has escogido


Si verdaderamente soy culpable y he cometido alguna acción que me haga reo de muerte, no me niego a morir. Pero si los cargos que se me hacen carecen de fundamento, nadie puede entregarme a los judíos. Apelo, pues, al emperador.


¿Habré hecho esto porque no os quiero? ¡Bien sabe Dios cuánto os quiero!


El Dios y Padre de Jesucristo, el Señor —¡bendito sea para siempre!— sabe que no miento.


Conscientes del respeto que merece el Señor, nos esforzamos en convencer a los demás, pues lo mismo que nuestra vida no tiene secretos para Dios, espero que tampoco los tenga para vosotros.


el Señor vuestro Dios es Dios supremo y soberano Señor; es el Dios grande, fuerte y temible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos,


el único que es inmortal, que habita una luz inaccesible y a quien nadie ha visto ni puede ver. Suyos son por siempre el honor y el poder. Amén.


Ninguna criatura se le oculta a Dios; todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel ante quien debemos rendir cuentas.


Los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés respondieron a los jefes de los clanes de Israel:


Y escrito en el manto y sobre el muslo tiene este título: «Rey de reyes y Señor de señores».


En cuanto a sus hijos, los heriré de muerte, para que todas las iglesias sepan que yo soy el que sondea las conciencias y los corazones y el que dará a cada uno de vosotros según su merecido.


En cambio, la rebeldía es como el pecado de espiritismo, y la arrogancia, como el delito de idolatría. Puesto que has rechazado la palabra del Señor, él te rechaza como rey.


No pronunciéis discursos altaneros, arrojad la arrogancia de vuestras bocas, porque el Señor es un Dios sabio y evalúa todas las acciones.


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