Josué 22:11 - La Palabra (versión española)11 Al enterarse los israelitas de que los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés habían erigido un altar frente al país de Canaán y junto al círculo de piedras que está a orillas del Jordán, en territorio israelita, Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196011 Y los hijos de Israel oyeron decir que los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés habían edificado un altar frente a la tierra de Canaán, en los límites del Jordán, del lado de los hijos de Israel. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente11 Entonces el resto de Israel oyó que los hombres de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés habían construido un altar en Gelilot, a orillas de la tierra de Canaán, en el lado occidental del río Jordán. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)11 La noticia llegó a los israelitas: '¡Fíjense que la gente de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés construyeron un altar frente al territorio de Canaán, en los alrededores de Guilgal del Jordán, junto a la frontera de los israelitas'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion11 Y los hijos de Israel oyeron decir: He aquí los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés han edificado el altar que está enfrente de la tierra de Canaán, en las cercanías del Jordán, en el lado de los hijos de Israel. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197511 Cuando los israelitas se enteraron, dijeron: 'Mirad que los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés han erigido un altar frente a la tierra de Canaán, en los distritos del Jordán, al otro lado del territorio de los israelitas'. Gade chapit la |
Y al llegar al lugar que el Señor vuestro Dios escoja como morada de su nombre, llevaréis allí todo lo que os he ordenado: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y vuestras contribuciones, junto con las ofrendas más selectas de vuestras posesiones que le hayáis prometido al Señor.
Si os parece impura vuestra heredad, venid al territorio que constituye sin lugar a dudas la heredad del Señor, donde él ha establecido su morada, y adquirid una heredad en medio de nosotros. Pero no os rebeléis contra el Señor, ni nos hagáis cómplices de vuestra rebeldía al construiros un altar distinto del altar del Señor nuestro Dios.