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Josué 14:6 - La Palabra (versión española)

6 Los descendientes de Judá se presentaron a Josué en Guilgal. Y Caleb, hijo de Jefuné el queniceo, le dijo: —Ya sabes lo que le encargó el Señor a Moisés, el hombre de Dios, acerca de ti y de mí en Cadés Barnea.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Una delegación de la tribu de Judá, dirigida por Caleb, hijo de Jefone, el cenezeo, se presentó ante Josué, quien estaba en Gilgal. Caleb le dijo a Josué: «Recuerda lo que el Señor le dijo a Moisés, hombre de Dios, acerca de ti y de mí cuando estábamos en Cades-barnea.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Los hijos de Judá fueron a ver a Josué en Guilgal y Caleb hijo de Jefoné, el quenisita, le dijo: 'Tú sabes lo que Yavé dijo a Moisés, el hombre de Dios, respecto a mí y a ti cuando estábamos en Cadés-Barne.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y los hijos de Judá acudieron a Josué en Gilgal, y Caleb ben Jefone, el ceneceo le dijo: Tú sabes lo que YHVH dijo a Moisés, varón de Dios, respecto a mí y a ti en Cades Barnea.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Los hijos de Judá se presentaron a Josué, en Guilgal, y Caleb, hijo de Yefoné, el quenizeo, le dijo: 'Tú bien sabes lo que dijo Yahveh a Moisés, varón de Dios, en lo tocante a mí y a ti, en Cades Barnea.

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Josué 14:6
30 Referans Kwoze  

Mientras Jeroboán estaba junto al altar quemando incienso, llegó a Betel desde Judá un hombre de Dios enviado por el Señor,


marchó tras el hombre de Dios y lo encontró sentado debajo de una encina. Entonces le preguntó: —¿Eres tú el hombre de Dios que ha venido de Judá? El otro respondió: —Yo soy.


Eliseo le dijo: —El año que viene por estas fechas estarás abrazando a un hijo. Ella respondió: —¡No, señor mío, hombre de Dios! ¡No engañes a tu servidora!


Por entonces llegó un hombre de Baal Salisá a traer al profeta el pan de las primicias: veinte panes de cebada y grano nuevo en su alforja. Eliseo ordenó: —Dáselo a la gente para que coma.


La mujer dijo a su marido: —Mira, creo que ese que nos visita cada vez que pasa es un profeta santo.


Entonces el semblante de Eliseo quedó totalmente rígido e inmóvil y luego se echó a llorar.


Eliseo fue a Damasco. Benadad, el rey de Siria, estaba enfermo y le informaron: —Ha llegado el profeta.


Los descendientes de Moisés, el hombre de Dios, fueron incluidos en la tribu de Leví.


Señor, durante generaciones tú has sido nuestro refugio.


Los llevé al Templo del Señor, a la sala de los hijos de Janán, hijo de Jigdalías, el hombre de Dios, la sala que está junto al salón de los dignatarios y encima de la sala de Maasías, hijo de Salún, el portero.


Se dirigieron directamente a Moisés y a Aarón, y a toda la comunidad israelita que acampaba en Cadés —en el desierto de Parán—, les dieron cuenta de la misión realizada y les mostraron los frutos de la tierra.


Entonces Caleb impuso silencio al pueblo en presencia de Moisés y dijo: —Subamos con decisión y apoderémonos de esa tierra, pues somos más poderosos que ellos.


De la tribu de Judá: Caleb, hijo de Jefuné.


Solo a mi siervo Caleb, por cuanto tuvo una actitud diferente y permaneció leal a mí, lo llevaré a la tierra que ya recorrió y que su descendencia poseerá.


ninguno entrará en la tierra en la que juré solemnemente estableceros; con la única excepción de Caleb, hijo de Jefuné, y de Josué, hijo de Nun.


Por su parte, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefuné, que habían participado en la exploración de la tierra, rasgaron sus vestiduras


Porque el Señor los había condenado a morir en el desierto y, en efecto, ninguno de ellos sobrevivió, salvo Caleb, hijo de Jefuné, y Josué, hijo de Nun.


ninguno la verá, excepto Caleb, hijo de Jefuné el cenezeo, y Josué, hijo de Nun, que permanecieron leales al Señor.


Esta es la bendición con que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los israelitas antes de morir:


No ha vuelto a surgir en Israel un profeta semejante a Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara.


Allí, en Moab, murió Moisés, siervo del Señor, como lo había dispuesto el Señor.


Pero tú, que eres hombre de Dios, huye de todo eso y busca con ahínco la rectitud, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la dulzura.


a fin de que el creyente esté perfectamente equipado para hacer toda clase de bien.


Después Josué regresó, con todo Israel, al campamento de Guilgal.


Por eso Hebrón sigue siendo, hasta el día de hoy, heredad de Caleb, hijo de Jefuné el queniceo, por haber sido fiel al Señor, Dios de Israel.


El que la conquistó fue Otoniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb; así que este le dio por esposa a su hija Axá.


Era el día décimo del primer mes cuando el pueblo salió del Jordán y acampó en Guilgal, al oriente de Jericó.


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