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Jeremías 5:9 - La Palabra (versión española)

9 ¿Y no castigaré estas cosas? —Oráculo del Señor. De un pueblo que así se comporta, ¿no he de vengarme en persona?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 ¿No había de castigar esto? dijo Jehová. De una nación como esta, ¿no se había de vengar mi alma?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿No habría de castigarlos por esto? —dice el Señor—. ¿No habría de vengarme contra semejante nación?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿Y no voy a castigar tales acciones? ¿No he de vengarme de una nación como ésta? Así, dice Yavé:

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿No he de visitar por estas cosas? dice YHVH, ¿Y de una nación semejante no ha de vengarse mi alma?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿No voy a castigar estas cosas? -oráculo de Yahveh-. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?

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Jeremías 5:9
23 Referans Kwoze  

así sucede a quien va tras la mujer del prójimo: quien la toque no quedará impune.


Por eso —oráculo del Señor, Dios del universo, del Poderoso de Israel—, pediré cuentas a mis adversarios, me vengaré de mis enemigos


Heredarás las rocas del torrente, ellas serán lo que te toque. Derramaste en su honor libaciones, por ellas ofreciste sacrificios, ¿y piensas que tendré compasión?


Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan a mi pueblo: Vosotros dispersasteis mi rebaño, lo expulsasteis y no os habéis preocupado de él. Pues bien, yo os voy a pedir cuentas de vuestras malas acciones —oráculo del Señor—


Esta ciudad ha provocado mi ira y mi cólera desde el día en que la construyeron hasta hoy, hasta el punto de tener que apartarla de mi vista,


El Señor ya no pudo aguantar la maldad de vuestras acciones y las abominaciones que cometíais, y vuestra tierra se convirtió en ruinas, desolación y maldición, y se quedó sin habitantes hasta el día de hoy.


Pasad por las hileras de la viña, destruid, pero no aniquiléis; arrancad todos sus sarmientos, porque ya no son del Señor.


¿Y no castigaré estas cosas? —oráculo del Señor—. De un pueblo que así se comporta, ¿no he de vengarme en persona?


Pues yo estoy repleto de la ira del Señor, y me siento incapaz de contenerla. Derrámala sobre los niños, en la calle; también sobre los grupos de jóvenes. Caerán a la vez marido y mujer, adultos junto con ancianos.


Pues así dice el Señor del universo: Talad árboles, preparad contra Jerusalén un terraplén para asaltarla: es una ciudad condenada, toda repleta de opresión.


¿Y no los castigaré por estas cosas? —oráculo del Señor—. De un pueblo que así se comporta, ¿no he de vengarme en persona?


Entonaré una endecha sobre los montes, sobre los pastos de la estepa una elegía: están quemados, sin nadie que transite, no se escuchan los mugidos del ganado, hasta aves y bestias se han marchado.


Fuimos rebeldes e infieles, ¡por eso no perdonaste!


Expiaste tu culpa, Sion; no volverá a desterrarte. Serás castigada, Edom, descubiertos tus pecados.


No te miraré compadecido, ni pienso perdonarte: te haré responsable de tu conducta, tendrás contigo a tus maldades. Y reconoceréis que yo soy el Señor, el que castiga.


Haré cesar toda su alegría, sus fiestas, novilunios y sábados, y todas sus solemnidades.


No cesan de ofrecer sacrificios, de sacrificar y comer la carne; pero el Señor no los acepta, sino que recuerda sus pecados y castigará sus iniquidades; tendrán, pues, que volver a Egipto.


El país, en efecto, se ha contaminado; así que yo he decidido castigar su iniquidad de forma que tenga que vomitar a sus habitantes.


Traeré contra vosotros la espada vengadora; ella se encargará de vengar la alianza. Y si os refugiáis en vuestras ciudades, yo enviaré la peste contra vosotros y caeréis en manos del enemigo.


El Señor es Dios celoso y vengador, él toma venganza con gran indignación; el Señor se venga de sus adversarios, se enoja contra sus enemigos.


para el día de la venganza, cuando llegue el tiempo de darles su merecido, el momento de su caída. Porque se apresura su desastre, su ruina es inminente.


¡Alegraos, naciones, con su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos. Dios se vengará de sus enemigos, y purificará su tierra y a su pueblo!


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