Jeremías 48:7 - La Palabra (versión española)

⁷ Por haber confiado en tus obras y tesoros, serás conquistada. Quemós saldrá hacia el destierro, con él sus sacerdotes y dignatarios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Pues por cuanto confiaste en tus bienes y en tus tesoros, tú también serás tomada; y Quemos será llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Puesto que ustedes confiaron en sus riquezas y habilidades, serán tomados cautivos. ¡Su dios Quemos, con sus sacerdotes y funcionarios, serán llevados a tierras distantes!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Tú confiabas en tus fortalezas y tus riquezas, pero también a ti te pillarán. Camos partirá al destierro con sus sacerdotes y príncipes.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Por confiarte de tus bienes y tesoros, Tú también serás conquistada, Quemos será llevado en cautiverio, Con sus sacerdotes y sus príncipes juntamente.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Por haber confiado en tus castillos y tesoros, también tú serás conquistada. Camós saldrá para el destierro, con sus sacerdotes y sus príncipes.

Jeremías 48:7 Referans Kwoze

2 Samuel 5:21

Los filisteos abandonaron allí a sus dioses y David y sus hombres los recogieron.

1 Reyes 11:33

Lo haré así porque me ha abandonado para adorar a Astarté, diosa fenicia, a Quemós, dios moabita, y a Milcón, dios de los amonitas; y no ha seguido mis caminos, ni ha practicado lo que me agrada, mis mandatos y decretos, lo que sí hizo su padre David.

1 Reyes 11:7

Entonces construyó en el monte que hay frente a Jerusalén un santuario a Quemós, abominable ídolo de Moab, y otro a Milcón, abominable ídolo de los amonitas.

Salmos 40:4

Feliz quien ha puesto en el Señor su confianza y no sigue a los idólatras perdidos en la mentira.

Salmos 52:7

«Mira, esta es la persona que no hizo de Dios su fortaleza, que confió en su inmensa riqueza, que se refugió en su maldad».

Jeremías 13:25

Esta es tu suerte, la paga medida que te tengo asignada —oráculo del Señor—, por haberte olvidado de mí y haber confiado en la mentira.

Jeremías 43:12

Yo prenderé fuego a los templos de los dioses de Egipto y él los incendiará y se llevará cautivos a sus dioses. Se cubrirá [el Señor] en el país de Egipto como un pastor se arropa con su manta y saldrá de allí sin obstáculos.

Jeremías 48:13

Entonces Moab se avergonzará de Quemós, como se avergonzó la casa de Israel de Betel, en quien confiaba.

Jeremías 48:46

¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Quemós! Van tus hijos cautivos al destierro, tus hijas caminan deportadas.

Jeremías 49:3

Gime, Jesbón, pues Ay ha sido devastada; gritad, ciudades del distrito de Rabat; ceñíos de sayal, haced duelo de arriba abajo entre las cercas, pues Milcón saldrá para el destierro, y con él sus sacerdotes y dignatarios.

Jeremías 49:4

¿De qué te glorías, ciudad rebelde? ¿Acaso de tus fértiles valles? ¿Confías acaso en tus tesoros? Tú decías: «¿Quién me va a atacar?».

Jeremías 9:23

El que alardee, alardee de esto: de tener entendimiento y conocerme, de saber que yo soy el Señor, que pongo en práctica la fidelidad, la justicia y el derecho en el país. Estas son las cosas que me agradan —oráculo del Señor.

Oseas 10:13

Pero como sembrasteis maldad, cosechasteis iniquidad y comisteis el fruto de la mentira. Porque confiaste en tu poder, en la multitud de tus guerreros,

Números 21:29

¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Quemós! Tus hijos se dieron a la fuga, tus hijas siguen cautivas de Sejón, el rey amorreo.

1 Timoteo 6:17

Inculca a los ricos de este mundo que no sean arrogantes y que no pongan su esperanza en algo tan inseguro como el dinero, sino que la pongan en Dios, que nos concede disfrutar de todo en abundancia.

Apocalipsis 18:7

Cuanto se procuró de lujos y placeres, dadle de tormentos y desdichas. Ved cómo alardea en su interior: «Ocupo un trono de reina; no soy viuda y jamás conoceré el dolor».

Jueces 11:24

¿No posees todo lo que tu dios Quemós quitó a sus propietarios para dártelo a ti? Igualmente nosotros poseemos todo lo que el Señor nuestro Dios quitó a sus propietarios para dárnoslo a nosotros.