Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 4:27 - La Palabra (versión española)

27 Pues así ha dicho el Señor: Devastado quedará el país, pero no provocaré su fin.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

27 Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Esto dice el Señor: «La tierra entera será arrasada, pero no la destruiré por completo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Pues bien, así habla Yavé: 'Todo el país será destruido, pero no les daré el golpe de gracia.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

27 Porque así dice YHVH: Toda esta tierra será asolada, Pero no la destruiré del todo.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Pues así dice Yahveh: 'Todo el país será un desierto; voy a darle el golpe de gracia'.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 4:27
29 Referans Kwoze  

Así se cumplió la palabra del Señor pronunciada por medio de Jeremías: «Hasta que haya recuperado sus descansos sabáticos, el país descansará durante el tiempo de la desolación que durará setenta años».


Pero en tu gran misericordia no los abandonaste ni aniquilaste, tú que eres un Dios clemente y compasivo.


Quedará solo el rebusco, como quien varea el olivo y encuentra un par de aceitunas en lo alto de la copa, y pocas más en sus ramas. —Oráculo del Señor, Dios de Israel.


Mirad, el Señor ha decidido devastar y asolar la tierra; replegará su superficie, aventará a sus habitantes:


Dejan así su tierra desolada, objeto de burla eterna; todo el que pasa se espanta, se burla moviendo la cabeza.


Y todo este país se convertirá en ruina y desolación, y los pueblos de alrededor servirán al rey de Babilonia durante setenta años.


pues estoy contigo para salvarte —oráculo del Señor—. Acabaré con todas las naciones por donde os había dispersado; pero contigo no acabaré, solo te corregiré como conviene para que no quede impune tu pecado.


se anuncia desastre tras desastre, devastación a lo largo del país. De pronto son arrasadas las tiendas, en un momento el campamento.


Sube un león de la espesura, se apresta un destructor de pueblos; ya está saliendo de su escondrijo para hacer de tu tierra un erial; tus ciudades serán incendiadas, todas quedarán deshabitadas.


Por eso estallaron mi ira y mi cólera, que prendieron en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, dejándolas desoladas y arruinadas hasta el día de hoy.


Tú no temas, siervo mío, Jacob —oráculo del Señor—, que yo estoy contigo. Exterminaré a todas las naciones por cuyas tierras te dispersé; no voy a acabar contigo, pero en justicia debo castigarte, no puedo dejarte impune.


Pasad por las hileras de la viña, destruid, pero no aniquiléis; arrancad todos sus sarmientos, porque ya no son del Señor.


Pero tampoco en aquellos días acabaré con vosotros —oráculo del Señor.


Haré que enmudezcan en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén las voces alegres de fiesta, las canciones del novio y de la novia, pues el país quedará en ruinas.


¿Quién es el sabio que puede entender esto? Que lo diga el que haya sido confidente del Señor. ¿Por qué está deshecho el país, abrasado, como desierto intransitable?


Rechazó mi Dios su altar y repudió su santuario, entregando al enemigo los muros de sus palacios; daban gritos en el Templo, como en un día de fiesta.


Mientras estaba profetizando, murió Pelatías, hijo de Benaías. Yo caí rostro en tierra y dije entre gritos: —¡Ay, Señor mi Dios! ¿Vas a exterminar al resto de Israel?


Pero me compadecí al verlos en la fosa y no acabé con ellos en el desierto.


Convertiré el país en pura desolación, se acabarán su orgullo y su poder, y los montes de Israel quedarán desérticos, sin nadie que transite por ellos.


Extenderé mi mano contra vosotros y convertiré el país en un desierto desolado: todos los poblados, desde el desierto hasta Ribla. Y reconocerán que yo soy el Señor.


Devastaré vuestras ciudades, asolaré vuestros santuarios y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.


Sin embargo, aunque ellos estén en el país de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los aborreceré hasta exterminarlos, invalidando así mi alianza con ellos, porque yo soy el Señor, su Dios.


Ni su plata ni su oro podrán librarlos cuando se encienda la ira del Señor; el fuego ardiente de su celo consumirá totalmente la tierra, y acabará de forma aterradora con todos los que la habitan.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite