Jeremías 39:12 - La Palabra (versión española)

¹² —Preocúpate de él y no le hagas ningún daño. Y pórtate con él como él mismo te diga.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹² Tómale y vela por él, y no le hagas mal alguno, sino que harás con él como él te dijere.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² «Asegúrate de que no esté herido —le dijo—, trátalo bien y dale todo lo que quiera».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Tómalo y cuídalo, no le hagas ningún daño, sino que has de tratarlo como él te pida.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Tómalo y vela por él, y no le hagas daño alguno, sino trátalo como él te diga.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² 'Atiéndelo, mira por él, no le hagas ningún daño, antes al contrario: pórtate con él como él te pida'.

Jeremías 39:12 Referans Kwoze

Proverbios 16:7

Cuando el Señor aprueba a alguien, hasta con sus enemigos lo reconcilia.

Proverbios 21:1

La mente del rey es una acequia que el Señor dirige adonde quiere.

Proverbios 23:5

Te vuelves para mirarla y ya no hay nada, pues le salen alas de águila y desaparece en las alturas.

Jeremías 15:11

Dijo el Señor: ¿No te he fortalecido para bien? ¿No he intervenido en tu favor cuando el enemigo te causaba desgracias y peligros?

Jeremías 15:21

Te salvaré de manos de los malvados, te rescataré del puño de los violentos.

Jeremías 24:6

Los miraré con benevolencia y los haré volver a esta tierra; los construiré y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré.

Jeremías 39:13

Nabusardán, jefe de la guardia; Nabusasbán, jefe de los eunucos; y Nergal Saréser, jefe de los magos,

Jeremías 40:4

Ahora voy a quitarte las cadenas de las manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, puedes hacerlo; yo me ocuparé de ti. Ahora bien, si te parece mal venir conmigo a Babilonia, puedes quedarte. Tienes ante ti todo el país; puedes ir donde te guste o donde te parezca bien.

Amós 9:4

si sus enemigos los llevan cautivos, haré que la espada los degüelle. ¡Para mal y no para bien los tendré siempre ante mi vista!

Hechos 7:10

y salió con bien de todas las circunstancias adversas. Más aún, Dios le concedió sabiduría e hizo que se granjeara la simpatía del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y jefe de toda la casa real.