Jeremías 32:8 - La Palabra (versión española)

⁸ Pues bien, tal como había dicho el Señor, mi primo Janamel vino a verme al patio de la guardia y me dijo: «Compra mi campo de Anatot, en territorio de Benjamín, pues tú tienes el derecho de adquisición y de rescate; cómpramelo». Yo me di cuenta de que se trataba de la palabra del Señor.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Y vino a mí Hanameel hijo de mi tío, conforme a la palabra de Jehová, al patio de la cárcel, y me dijo: Compra ahora mi heredad, que está en Anatot en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra de Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Entonces, así como el Señor dijo que haría, mi primo Hanameel vino y me visitó en la cárcel. Me dijo: «Por favor, compra mi terreno en Anatot en la tierra de Benjamín. Por ley tienes el derecho de comprarlo antes de que lo ofrezca a algún otro, así que cómpralo para ti». Entonces supe que el mensaje que había oído era del Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ En efecto, de acuerdo a las palabras de Yavé, Hanamel, mi primo, vino a verme al patio de la guardia y me dijo: 'Compra mi campo de Anatot, pues tú tienes el derecho de propiedad y el rescate te interesa; cómpralo. Comprendí, entonces, que era una orden de Yavé;'

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Y conforme a la palabra de YHVH, Hanameel, hijo de mi tío, vino a mí al atrio de la guardia, y me dijo: Te ruego que compres mi heredad, que está en Anatot en tierra de Benjamín, porque el derecho de heredad es tuyo, y a ti corresponde el rescate: cómprala para ti. Y yo comprendí que era palabra de YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Vino, pues a mí Janamel, hijo de mi tío, según la palabra de Yahveh, al patio de la guardia y me dijo: 'Compra mi campo de Anatot, en el territorio de Benjamín, pues tienes el derecho de adquisición y a ti corresponde el rescate; cómpratelo''. Comprendí que era una orden de Yahveh,

Jeremías 32:8 Referans Kwoze

1 Reyes 2:26

En cuanto al sacerdote Abiatar, el rey le dijo: —¡Márchate a Anatot, a tus tierras! Estás condenado a muerte, pero hoy no voy a matarte, ya que llevaste el Arca del Señor Dios, delante de mi padre David y lo acompañaste en todas sus desgracias.

1 Reyes 22:25

Miqueas le respondió: —Tú mismo lo verás el día en que vayas escondiéndote de casa en casa.

1 Crónicas 6:60

Jococ con sus ejidos y Rejob con sus ejidos.

Jeremías 1:1

Palabras de Jeremías, hijo de Jelcías, uno de los sacerdotes de Anatot, en territorio de Benjamín.

Jeremías 32:2

Por aquel entonces las fuerzas del rey de Babilonia estaban asediando Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la guardia, en el palacio del rey de Judá.

Jeremías 32:25

¿Cómo, pues, me dices, Señor Dios, que compre el campo delante de testigos, cuando la ciudad está siendo entregada a los caldeos?

Jeremías 32:7

Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a decirte: «Compra mi campo de Anatot, porque tuyo es el derecho de rescatarlo mediante compra».

Jeremías 33:1

De nuevo recibió Jeremías la palabra del Señor, mientras seguía detenido en el patio de la guardia:

Jeremías 37:12

salió Jeremías de Jerusalén en dirección al territorio de Benjamín, para repartir unas tierras entre sus familiares.

Ezequiel 12:7

Yo hice como se me había ordenado: saqué mi equipo de día, como si fuera el de un deportado; por la tarde practiqué un agujero en la pared y salí con mi equipo al hombro cuando ya había anochecido, a la vista de todos.

Zacarías 11:11

Quedó, pues, roto el pacto en aquel día y los tratantes de ovejas, que estaban observándome, reconocieron que era el Señor quien hablaba.

Juan 4:53

El padre comprobó que esa fue precisamente la hora en que Jesús le dijo: «Tu hijo está bien», y creyeron en Jesús él y todos los suyos.