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Jeremías 31:16 - La Palabra (versión española)

16 Así dice el Señor: Contén tus gemidos y tu llanto, reprime las lágrimas de tus ojos: tus penas serán recompensadas, volverán del país enemigo —oráculo del Señor—.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Pero ahora esto dice el Señor: «No llores más, porque te recompensaré —dice el Señor—. Tus hijos volverán a ti desde la tierra lejana del enemigo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Así dice Yavé: Deja de lamentarte, y seca el llanto de tus ojos, ya que tu prueba tendrá su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Así dice YHVH: Reprime del llanto tu voz, Y de las lágrimas tus ojos, Porque tu trabajo será recompensado, dice YHVH, Y volverán de la tierra del enemigo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Así dice Yahveh: 'Reprime tu llanto, seca las lágrimas de tus ojos, porque hay recompensa a tu pena -oráculo de Yahveh-: volverán del país enemigo.

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Jeremías 31:16
27 Referans Kwoze  

Después se lavó la cara y, ya más calmado, salió y ordenó: —¡Servid la comida!


No pudiendo ya contener la emoción ante los que estaban con él, José exclamó: —Salid todos de mi presencia. Y no quedó nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos.


Así que vosotros manteneos firmes y no bajéis la guardia, porque vuestros esfuerzos se verán recompensados.


Los que siembran entre lágrimas, cosecharán entre cánticos.


pues es pasajera su ira y eterna su bondad: quien de noche se retira llorando, por la mañana es un clamor de alegría.


Anda, come con alegría tu pan y bebe contento tu vino, porque Dios ya ha aprobado tus obras.


Destruirá para siempre a la muerte, el Señor Dios enjugará el llanto que cubre los rostros, barrerá la afrenta de su pueblo en toda la superficie del país. Lo ha dicho el Señor.


Sí, pueblo de Sion que habitas en Jerusalén, puedes ya dejar de llorar, pues se compadecerá al oír tu grito, cuando te oiga, te responderá.


Aquí llega con fuerza el Señor Dios; su brazo le proporciona poder. Aquí llega acompañado de su salario, su recompensa le abre camino.


y yo mismo reuniré al resto de mis ovejas de todos los países por donde las dispersé y las haré volver a su pastizal, donde fructificarán y se multiplicarán.


Me dejaré encontrar por vosotros —oráculo del Señor—, acabaré con vuestro destierro y os reuniré de todas las naciones y lugares por donde os dispersé, y os haré regresar al lugar de donde os hice deportar —oráculo del Señor—.


Pero así dice el Señor: Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me voy a compadecer de sus moradas; reconstruirán la ciudad sobre sus ruinas, los palacios estarán donde corresponde.


pues ya llegan días —oráculo del Señor— en que cambiaré la suerte de mi pueblo Israel y de Judá, dice el Señor; los haré volver a la tierra que di en herencia a sus antepasados.


voces alegres de fiesta, las canciones del novio y de la novia, las voces de los que entran en el Templo del Señor con acciones de gracias proclamando: «Dad gracias al Señor del universo, porque el Señor es bueno, porque es eterno su amor». Pues pienso cambiar la suerte del país dejándolo como al principio, dice el Señor.


Haré cambiar la suerte de Judá y la suerte de Israel, y los reconstruiré como al principio.


y les dirás: Esto dice el Señor Dios: Voy a recoger a los israelitas de entre las naciones por las que han vagado, los reuniré de los países limítrofes y los traeré a su tierra.


Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado; pues, igualmente, Dios llevará consigo a quienes han muerto unidos a Jesús.


ahora bien, sin fe es imposible agradarle, porque para acercarse a Dios es preciso creer que existe y que no deja sin recompensa a quienes lo buscan.


Porque no es injusto Dios como para olvidarse de vuestros afanes y del amor que, en atención a él, habéis derrochado y seguís derrochando al servicio de los creyentes.


¡Que el Señor te lo pague! Que el Señor, Dios de Israel, en quien has buscado protección, te recompense con creces.


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