Jeremías 18:16 - La Palabra (versión española)16 Dejan así su tierra desolada, objeto de burla eterna; todo el que pasa se espanta, se burla moviendo la cabeza. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196016 para poner su tierra en desolación, objeto de burla perpetua; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente16 Por lo tanto, su tierra quedará desolada; será un monumento a su necedad. Todos los que pasen por allí quedarán pasmados y menearán la cabeza con asombro. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)16 Lograrán que su país se vuelva un desierto, un objeto de risa eterna: todo el que pase quedará sorprendido de eso y meneará la cabeza. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion16 Hasta que su tierra se convierta en desolación y burla perpetua: Todo el que pase por ella se asombrará y meneará la cabeza. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197516 para hacer de su país un horror, una rechifla perdurable. Todo el que pasa por él se asombra y menea la cabeza. Gade chapit la |
mandaré a buscar a todas las tribus del norte —oráculo del Señor— y a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y los traeré contra esta tierra y sus habitantes, y contra todos los pueblos de alrededor a los que consagraré al exterminio y convertiré en objeto de horror y burla, y en desolación perpetua.
Pues así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Del mismo modo que se derramaron mi ira y mi cólera sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi cólera sobre vosotros cuando vayáis a Egipto. Os convertiréis en maldición y espanto, en objeto de execración e ignominia; y no volveréis a ver este lugar.
Aniquilaré al resto de Judá que dirigió su mirada hacia Egipto con el deseo de residir allí como forasteros; todos tendrán su fin en Egipto: serán víctimas de la espada y del hambre. Morirán pequeños y grandes, víctimas de la espada y del hambre; y se convertirán en maldición y espanto, en objeto de execración e ignominia.
Dirás a la gente del país: Esto dice el Señor Dios con respecto a los habitantes de Jerusalén, a los que viven en la tierra de Israel: Cuando coman, lo harán atemorizados; y cuando beban, estarán asustados, pues su tierra quedará devastada, vacía de cuanto contiene, por culpa de la violencia de sus habitantes.