Isaías 61:1 - La Palabra (versión española)

¹ El espíritu del Señor Dios me acompaña, pues el propio Señor me ha ungido, me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones destrozados, a proclamar la libertad a los cautivos, a gritar la liberación a los prisioneros,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ ¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ El Espíritu de Adonay YHVH está sobre mí, porque YHVH me ha ungido. Me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, A vendar los corazones desgarrados, A proclamar libertad a los cautivos Y a los presos apertura de la cárcel;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ El espíritu de Yahveh está sobre mí, pues Yahveh me ha ungido. Para dar la buena nueva a los humildes me envió, para vendar los corazones quebrantados, para proclamar a los cautivos libertad, a los prisioneros amnistía,

Isaías 61:1 Referans Kwoze

Salmos 102:20

para escuchar el grito del cautivo, para librar a los reos de muerte.

Salmos 147:3

sana a los de corazón dolido y venda sus heridas.

Salmos 149:4

porque el Señor ama a su pueblo, a los humildes honra con la victoria.

Salmos 2:6

«He ungido a mi rey en Sion, mi monte santo».

Salmos 22:26

Los necesitados comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que lo buscan. ¡Que todos vosotros viváis por siempre!

Salmos 25:9

instruye en la justicia a los humildes, enseña a los humildes su camino.

Salmos 34:18

El Señor está cerca de los afligidos, salva a los que están tristes.

Salmos 45:7

Tú amas la justicia y odias la maldad, por eso Dios, tu Dios, te ha ungido entre tus amigos con aceite de gozo.

Salmos 51:17

El sacrificio a Dios es un espíritu apenado, tú, Dios, no rechazas el corazón dolorido y humilde.

Salmos 68:7

Oh Dios, cuando saliste delante de tu pueblo, cuando marchaste a través del desierto, [Pausa]

Salmos 69:32

Que se alegren los humildes cuando lo vean, que se reanime el corazón de los que a Dios buscáis.

Éxodo 28:41

Una vez revestidos, ungirás a tu hermano Aarón y a sus hijos, les conferirás autoridad y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio.

Éxodo 29:7

A continuación, lo ungirás derramando sobre su cabeza el aceite de la unción.

Isaías 29:19

Otra vez la gente desgraciada gozará de la ayuda del Señor; los más pobres de la sociedad se alegrarán en el Santo de Israel.

Isaías 30:19

Sí, pueblo de Sion que habitas en Jerusalén, puedes ya dejar de llorar, pues se compadecerá al oír tu grito, cuando te oiga, te responderá.

Isaías 30:26

La luna brillará como el sol, y el sol brillará siete veces más, [como la luz de siete días], cuando el Señor vende la herida de su pueblo y le cure los golpes recibidos.

Isaías 32:7

Los farsantes recurren al mal, urdiendo acciones infames para arruinar con mentiras al pobre, al desvalido que reclama su derecho.

Isaías 40:9

Súbete a un monte encumbrado, tú que traes buenas nuevas a Sion. Alza luego con fuerza tu voz, tú que traes buenas nuevas a Jerusalén. Alza tu voz sin miedo, di a las ciudades de Judá: «Aquí tenéis a vuestro Dios.

Isaías 42:1

Este es mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me complazco. Lo he dotado de mi espíritu, para que lleve el derecho a las naciones.

Isaías 42:7

para que abras los ojos a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo a los que viven a oscuras.

Isaías 48:16

Acercaos a mí, escuchad esto: Nunca he hablado a escondidas, desde que algo sucede estoy presente. Y ahora el Señor Dios me ha enviado y su espíritu…

Isaías 49:9

para que digas a los prisioneros: «Salid», y a los que están en tinieblas: «Apareced». Pastarán por todos los caminos, tendrán pasto en todas las dunas.

Isaías 52:7

¡Qué grato es oír por los montes los pies del que trae buenas nuevas, que proclama la paz y el bienestar, que lanza el pregón de la victoria, que dice a Sion: «Tu Dios es rey»!

Isaías 52:9

Cantad a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor se compadece de su pueblo, que ha rescatado a Jerusalén.

Isaías 57:15

Pues esto dice el Alto y Excelso, el que vive por siempre, de nombre Santo: Yo habito en las alturas sagradas, pero miro por humildes y abatidos, para reanimar el espíritu abatido, para reanimar el corazón humillado.

Isaías 57:18

yo soy testigo de sus andanzas. Pero lo sanaré compadecido, lo recompensaré con consuelos; y a los que hacen duelo con él

Isaías 59:21

Por mi parte, esta es mi alianza con ellos, dice el Señor: el espíritu que derramé sobre ti y las palabras que puse en tu boca, no desaparecerán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes. Lo dice el Señor desde ahora y para siempre.

Isaías 66:2

Todo eso lo ha hecho mi mano, y así es como todo existió —oráculo del Señor—. En el pobre pongo mis ojos, en el abatido que respeta mis palabras.

Jeremías 34:8

El Señor dirigió su palabra a Jeremías con motivo del pacto que hizo Sedecías con la gente de Jerusalén proponiéndoles que dejasen en libertad a los esclavos:

Jeremías 52:33

Mandó que le quitaran la ropa de preso y lo hizo comensal asiduo de su mesa durante el resto de su vida.

Daniel 9:24

Han sido fijadas setenta semanas para que tu pueblo y tu ciudad santa pongan fin al delito, acaben con los pecados, expíen su culpa, establezcan una justicia eterna, sellen la visión y la profecía y consagren el lugar santísimo.

Oseas 6:1

«Venid, volvamos al Señor, porque él nos ha desgarrado y él será quien nos cure; él nos ha hecho la herida y él nos la vendará.

Levítico 7:35

Esta es la parte de las ofrendas hechas al Señor que corresponde a Aarón y a sus descendientes desde el día en que fueron consagrados para ser sacerdotes del Señor.

Miqueas 3:8

Pero yo estoy lleno de valor, de espíritu divino, justicia y fortaleza, para reprochar a Jacob sus crímenes y sus pecados a Israel.

Mateo 11:5

los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el evangelio.

Mateo 3:16

Una vez bautizado, Jesús salió enseguida del agua. En ese momento se abrieron los cielos y Jesús vio que el Espíritu de Dios descendía como una paloma y se posaba sobre él.

Lucas 7:22

Respondió, pues, a los enviados: —Volved a Juan y contadle lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el evangelio.

Juan 1:41

Lo primero que hizo Andrés fue ir en busca de su hermano Simón para decirle: —Hemos hallado al Mesías (palabra que quiere decir «Cristo»).

Juan 3:34

Porque, cuando habla aquel a quien Dios ha enviado, es Dios mismo quien habla, ya que Dios le ha comunicado plenamente su Espíritu.

Hechos 10:38

De cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y lo llenó de poder; de cómo Jesús pasó por todas partes haciendo el bien y curando a todos los que padecían oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Hechos 26:18

para que les abras los ojos del entendimiento, les hagas pasar de las tinieblas a la luz y del imperio de Satanás a Dios. De este modo, por medio de la fe en mí, alcanzarán el perdón de los pecados y la herencia que corresponde a los que Dios ha consagrado para sí».

Hechos 4:27

Y realmente es cierto que, en esta ciudad, Pilato y Herodes se confabularon con los extranjeros y el pueblo israelita en contra de Jesús, tu santo servidor y Mesías.

2 Corintios 3:17

Y es que el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.

2 Corintios 7:6

Pero Dios, que conforta a los humildes, me reanimó también a mí con la presencia de Tito.

Hebreos 1:9

Has amado la justicia y odiado la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría haciéndote sobresalir más que tus compañeros.