Isaías 3:4 - La Palabra (versión española)

⁴ Pondré de jefes a jóvenes, a chiquillos de regentes.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Haré que sus líderes sean muchachos, y que niños pequeños sean sus gobernantes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Entre la gente del pueblo pelearán unos con otros, o unos vecinos con otros; el joven le reprenderá al viejo y el hombre sin apellido al noble,

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Por príncipes les pondré muchachos, Y la arbitrariedad regirá sobre ellos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Haré de sus muchachos jefes y los gobernarán jovenzuelos.

Isaías 3:4 Referans Kwoze

2 Crónicas 33:1

Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante cincuenta y cinco años.

2 Crónicas 34:1

Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante treinta y un años.

2 Crónicas 36:11

Sedecías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante once años.

2 Crónicas 36:2

Joacaz comenzó a reinar a los veintitrés años, y reinó en Jerusalén durante tres meses.

2 Crónicas 36:5

Joaquín tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante once años. Joaquín ofendió al Señor, su Dios.

2 Crónicas 36:9

Jeconías tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante tres meses y diez días, en los que ofendió al Señor.

Eclesiastés 10:16

¡Ay del país donde reina un muchacho, y cuyos nobles banquetean de madrugada!

Isaías 3:12

Pueblo mío, te oprimen chiquillos, eres gobernado por mujeres. Pueblo mío, tus guías te extravían, borran la huella de tus senderos.

Isaías 3:16

Dice el Señor: Porque son altaneras las mujeres de Sion y caminan con el cuello estirado, haciendo guiños con los ojos; por caminar con paso menudo sonando las ajorcas de sus pies,

Isaías 3:3

de capitanes y nobles, de consejeros y artesanos, de expertos en encantamientos.

Jeremías 52:3

Por eso, Jerusalén y Judá sufrieron las consecuencias de la cólera del Señor, que los arrojó de su presencia. Sedecías, por su parte, se rebeló contra el rey de Babilonia.