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Isaías 24:6 - La Palabra (versión española)

6 Por eso, la maldición devora la tierra, son castigados los que habitan en ella. Por eso, se consumen los que habitan la tierra, solo quedan unas pocas personas.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Por lo tanto, una maldición consume la tierra; sus habitantes tienen que pagar el precio por su pecado. El fuego los destruye, y solo unos cuantos quedan con vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Por eso, una maldición ha devorado la tierra por culpa de sus habitantes; por eso, se han ido muriendo y sólo quedan unos pocos. ('

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Por esto una maldición devora la tierra, Y sus habitantes lo pagan. Por esta causa los habitantes de la tierra son consumidos, Y la humanidad ha disminuido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Por eso la maldición devora la tierra, y expían la culpa los que la habitan; por eso disminuyen los habitantes y quedan hombres contados.

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Isaías 24:6
28 Referans Kwoze  

Jeconías se rindió al rey de Babilonia junto con su madre, sus servidores, sus jefes y sus oficiales. El rey de Babilonia lo hizo prisionero el año octavo de su reinado.


El jefe de la guardia solo dejó a unos pocos de la gente humilde del país al cuidado de las viñas y los campos.


El fuerte será la estopa y sus acciones la chispa: los dos arderán juntos sin nadie que los apague.


Si el Señor del universo no nos hubiera dejado un resto, seríamos como Sodoma, parecidos a Gomorra.


Blande el Señor su espada en el cielo: ved cómo la descarga sobre Edom, sobre un pueblo condenado a muerte.


Por eso dejé sin honra a los jefes del santuario, entregué a Jacob al exterminio y expuse a Israel a la ignominia.


Por eso, como lame el fuego la paja y la llama consume la rastrojera, así su raíz acabará podrida, su flor volará como el tamo; pues rechazaron la ley del Señor del universo, despreciaron la palabra del Santo de Israel.


cada cual devora a su hermano, dentellea a la derecha y sigue con hambre, come a la izquierda y no se sacia:


¿Hasta cuándo guardará luto la tierra y permanecerá agostada la hierba del campo? Por la maldad de los que habitan en él, desaparecen aves y animales. Porque llegaron a decir: «El Señor no verá nuestro futuro».


Pues así dice el Señor, Dios del universo: Por haber hablado de este modo, así les va a suceder: haré que sean mis palabras lo mismo que fuego en tu boca; el pueblo será el combustible y el fuego los devorará.


pero dejarás unos pocos pelos, que meterás apretujados en el orillo de tu manto.


Mandaré contra vosotros animales salvajes que os arrebatarán vuestros hijos y destruirán vuestro ganado; os diezmarán hasta dejar vuestros caminos desiertos.


Si no estáis atentos y no os proponéis de corazón el honrar mi nombre —dice el Señor del universo—, enviaré maldición sobre vosotros y convertiré en maldición vuestras bendiciones. De hecho, ya he decidido convertirlas en maldición porque ninguno de vosotros toma en consideración este aviso.


Por eso estáis amenazados de maldición, porque todos vosotros, la nación entera, no cesáis de defraudarme.


Y todo el pueblo a una respondió: —¡De su muerte nos hacemos responsables nosotros y nuestros hijos!


En cambio, es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que lo encuentran.


Isaías, a su vez, proclama refiriéndose a Israel: Aunque fueran los israelitas tan numerosos como la arena del mar, solo un resto se salvará.


Y vosotros, que como pueblo llegasteis a ser tan numerosos como las estrellas del cielo, quedaréis reducidos a unos cuantos por no haber obedecido al Señor tu Dios.


El Señor os dispersará entre las naciones y no quedaréis más que unos pocos en medio de esas naciones a las que el Señor os deportará.


Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se derrumbarán con estrépito, los elementos del mundo quedarán pulverizados por el fuego y desaparecerá la tierra con cuanto hay en ella.


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