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Isaías 11:4 - La Palabra (versión española)

4 juzgará con justicia a los pobres, con rectitud a los humildes de la tierra; herirá al violento con la vara de su boca, con el soplo de sus labios matará al malvado;

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Biblia Reina Valera 1960

4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Hará justicia a los pobres y tomará decisiones imparciales con los que son explotados. La tierra temblará con la fuerza de su palabra, y bastará un soplo de su boca para destruir a los malvados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 sino que hará justicia a los débiles y defenderá el derecho de los pobres del país. Su palabra derribará al opresor, el soplo de sus labios matará al malvado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Sino que juzgará con justicia a los pobres, Y arbitrará con equidad por los mansos° de la tierra; Herirá al opresor° con la vara de su boca, Y con el espíritu de sus labios matará° al impío.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Juzgará con justicia a los míseros, sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra. Herirá al violento con la vara de su boca, matará al impío con el aliento de sus labios.

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Isaías 11:4
50 Referans Kwoze  

David reinó sobre Israel, administrando el derecho y la justicia para todo su pueblo.


No podrá huir de la oscuridad, una llama secará sus brotes, el viento barrerá sus renuevos.


Echa Dios su aliento y perecen, los consume el resoplido de su cólera.


El Señor te entrega desde Sion un cetro poderoso. ¡Domina en medio de tus enemigos!


Salió humo de su nariz, fuego devorador de su boca, despedía brasas ardientes.


Los aplastarás con cetro de hierro, los destrozarás cual vasija de alfarero».


Hasta el furor de los humanos te engrandece, los que escapan a tu cólera te sirven de corona.


Aprended a hacer el bien, tomad decisiones justas, restableced al oprimido, haced justicia al huérfano, defended la causa de la viuda.


Castigaré la malicia del mundo, los crímenes de todos los malvados; acabaré con el orgullo y la arrogancia, aplastaré la altanería del tirano.


Los desvalidos pastarán como corderos, los pobres reposarán confiados. Matará de hambre tu raíz, asesinando lo que quede de ti.


un trono se afianzará en el amor, se sentará en él con lealtad (dentro de la tienda de David) un juez que practique el derecho, todo un experto en justicia


Juzgará entre nación y nación, arbitrará a pueblos numerosos. Convertirán sus espadas en arados, harán hoces con sus lanzas. No se amenazarán las naciones con la espada, ni se adiestrarán más para la guerra.


La pisotean los pies del humilde, los pobres al caminar».


Otra vez la gente desgraciada gozará de la ayuda del Señor; los más pobres de la sociedad se alegrarán en el Santo de Israel.


Viene el Señor dispuesto a juzgar a los ancianos y príncipes de su pueblo. Vosotros habéis depredado la viña, vuestra casa oculta el expolio del pobre.


Su aliento, torrente impetuoso, se desborda y llega hasta el cuello. Conducirá a los pueblos con brida que no controlan, pondrá ronzal de extravío en la quijada de las naciones.


Asiria temblará ante el trueno del Señor, cuando los ataque a golpes de vara;


Lleva tiempo preparado el Tófet también para el rey: se dispuso, ancha y profunda, su pira, con leña abundante; y el soplo del Señor la encenderá, convertido en torrente de azufre.


Si un monarca reina con justicia y los príncipes gobiernan rectamente,


Los farsantes recurren al mal, urdiendo acciones infames para arruinar con mentiras al pobre, al desvalido que reclama su derecho.


Pues el Señor nos gobierna y da leyes, el Señor es nuestro rey victorioso.


Se seca la hierba, se amustia la flor, cuando sopla sobre ellas el aliento del Señor. ¡Ciertamente como hierba es el pueblo!


Hizo de mi boca espada afilada, me ocultó al amparo de su mano; hizo de mí una flecha puntiaguda, me puso dentro de su aljaba.


El espíritu del Señor Dios me acompaña, pues el propio Señor me ha ungido, me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones destrozados, a proclamar la libertad a los cautivos, a gritar la liberación a los prisioneros,


El Señor ha mandado un aviso a Jacob, que caerá sobre Israel.


En aquellos días y en aquel tiempo le brotará a David un vástago legítimo que impondrá en el país la justicia y el derecho.


engordan y se ponen lustrosos. También rebosan de maledicencia, no juzgan conforme a justicia, no atienden la causa del huérfano ni defienden el derecho de los pobres.


Por eso los he golpeado por medio de los profetas, con mis palabras los he quebrantado y mi juicio resplandece como luz.


Buscad al Señor vosotros, todos los humildes de la tierra, los que cumplís sus preceptos; practicad la justicia y buscad la humildad; tal vez esto os proteja en el día de la ira del Señor.


los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el evangelio.


Felices los humildes, porque Dios les dará en herencia la tierra.


Entre tanto, Saulo, que seguía respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se dirigió al sumo sacerdote


Por la dulzura y la bondad de Cristo os lo pido yo, Pablo, tan cobarde cuando estoy entre vosotros y tan valiente, en cambio, por carta.


humildad y dominio de sí mismo. Ninguna ley existe en contra de todas estas cosas.


Entonces se dará a conocer el impío a quien Jesús, el Señor, destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el esplendor de su manifestación.


que no ofendan a nadie ni se peleen con nadie; que se muestren afables y llenos de dulzura con todo el mundo.


Si entre vosotros alguien se precia de sabio o inteligente, demuestre con su buena conducta su amabilidad y su sabiduría.


En su mano derecha tenía siete estrellas y de su boca salía una cortante espada de dos filos y su rostro era como el sol cuando brilla con todo su resplandor.


Vi luego el cielo abierto y un caballo blanco, cuyo jinete, llamado «Fiel» y «Veraz», juzga con justicia y se dispone a combatir.


Una espada afilada sale de su boca para herir con ella a las naciones, a las que gobernará con cetro de hierro; y se dispone a pisar el lagar donde rezuma el vino de la terrible ira de Dios, que es dueño de todo.


Cambia, pues, de conducta, porque, si no, iré pronto a ti y entraré en combate contra esos con la espada que sale de mi boca.


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