Hechos 9:6 - La Palabra (versión española)

⁶ Anda, levántate y entra en la ciudad. Allí recibirás instrucciones sobre lo que debes hacer.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Pero levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que tienes que hacer.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ Pero levántate, entra en la ciudad y te dirán lo que has de hacer'.

Hechos 9:6 Referans Kwoze

Salmos 25:12

A quien venere al Señor, él le enseñará qué camino elegir;

Salmos 94:12

Feliz a quien tú, oh Dios, corriges, a quien instruyes en tu ley;

Isaías 57:18

yo soy testigo de sus andanzas. Pero lo sanaré compadecido, lo recompensaré con consuelos; y a los que hacen duelo con él

Isaías 66:2

Todo eso lo ha hecho mi mano, y así es como todo existió —oráculo del Señor—. En el pobre pongo mis ojos, en el abatido que respeta mis palabras.

Ezequiel 2:1

Me dijo una voz: —Hijo de hombre, ponte de pie, que quiero hablar contigo.

Ezequiel 3:22

Sentí sobre mí la mano del Señor, que me dijo: —Vete de inmediato a la llanura, que voy a hablarte allí.

Habacuc 3:16

Al oírlo se conmovieron mis entrañas; a su voz temblaron mis labios; mis huesos comenzaron a pudrirse y a vacilar mis piernas al andar. Pero yo aguardo sereno que llegue el día de la angustia sobre el pueblo que nos ha oprimido.

Mateo 19:30

Muchos que ahora son primeros, serán los últimos, y muchos que ahora son últimos, serán los primeros.

Lucas 3:10

La gente preguntaba a Juan: —¿Qué debemos hacer?

Hechos 10:22

—Venimos de parte del capitán Cornelio —respondieron—. Es un hombre recto que rinde culto al verdadero Dios y a quien todos los judíos aprecian de veras. Un ángel de Dios le ha indicado que te haga llegar a su casa para oír lo que tengas que decirle.

Hechos 10:32

Por tanto, envía a alguien a Jope para que haga venir a Simón, a quien se conoce también como Pedro; se hospeda en casa de otro Simón, un curtidor que vive junto al mar».

Hechos 10:6

Actualmente está hospedado en casa de otro Simón, un curtidor que vive junto al mar.

Hechos 2:37

Estas palabras les llegaron hasta el fondo del corazón; así que dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: —¿Qué debemos hacer, hermanos?

Hechos 22:10

Yo pregunté: «¿Qué debo hacer, Señor?». El Señor me dijo: «Levántate y vete a Damasco. Allí te dirán lo que se te ha encargado realizar».

Hechos 26:16

Anda, levántate y ponte en pie; me he aparecido a ti para hacerte mi servidor y para que des testimonio de haberme visto y de lo que aún tengo que mostrarte.

Hechos 9:5

—¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo. —Soy Jesús, a quien tú persigues —respondió la voz—.

Romanos 10:20

Pero Isaías se atreve a más todavía: Los que no me buscaban me encontraron; me manifesté a los que no preguntaban por mí.

Romanos 10:3

Desconocen, en efecto, el poder salvador de Dios y pretenden hacer valer su propio poder sin querer someterse al de Dios.

Romanos 5:20

En cuanto a la ley, únicamente sirvió para que el delito se multiplicara. Pero cuanto más se multiplicó el pecado, tanto más abundante fue la gracia.

Romanos 7:9

Hubo un tiempo en que, al no haber ley, todo era vida para mí. Pero, al venir el mandamiento, revivió el pecado,

Filipenses 2:12

Y puesto que siempre me habéis obedecido, queridos míos, ahora que estoy ausente, con temor y temblor ocupaos en vuestra salvación, con más empeño aún que si yo estuviese presente.

Santiago 4:6

Aunque su benevolencia es siempre mayor, y por eso dice también la Escritura: Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes.

1 Samuel 16:3

Luego invitas a Jesé al sacrificio y yo te indicaré lo que tienes que hacer; me ungirás a quien yo te indique.

1 Samuel 28:5

Pero cuando vio el campamento filisteo, sintió miedo y se llenó de espanto.