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Génesis 34:2 - La Palabra (versión española)

2 La vio Siquén, hijo de Jamor, el jeveo, señor de aquella tierra, y por la fuerza se acostó con ella y la violó.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Cuando el príncipe del lugar, Siquem, hijo de Hamor el heveo, vio a Dina, la tomó a la fuerza y la violó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 La vio Siquem, hijo de Hamor el jeveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó; se acostó con ella y la violó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y la vio Siquem,° hijo de Hamor,° el heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, se acostó con ella, y la humilló.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 La vio Siquén, hijo de Jamor, el jiveo, príncipe de aquel país, se la llevó, se acostó con ella y la violó.

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Génesis 34:2
23 Referans Kwoze  

cuando Abrahán hablaba de Sara, su mujer, decía que era su hermana. Entonces Abimélec, rey de Guerar, mandó que le trajeran a Sara.


Y el terreno donde montó las tiendas se lo compró a los hijos de Jamor, padre de Siquén, por cien monedas de plata.


Los otros hijos de Jacob también fueron y, pasando sobre los cadáveres, saquearon la ciudad en venganza por el ultraje cometido contra su hermana.


Pero después Siquén no pudo quitarse de la cabeza a Dina, la hija de Jacob, porque se había enamorado de ella; así que trató de ganarse su amor.


Entonces Jacob les dijo a Simeón y Leví: —Me habéis ocasionado la ruina haciéndome enemigo de los habitantes de esta tierra, los cananeos y los fereceos. Yo cuento con muy pocos hombres y si ellos se alían contra mí y me atacan; acabarán conmigo y con toda mi familia.


los hijos de Dios, viendo que las hijas de los seres humanos eran hermosas, tomaron como mujeres a todas las que quisieron.


Una tarde, después de levantarse de la siesta y mientras paseaba por la terraza de palacio, David vio desde allí a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa.


David envió a unos emisarios a que se la trajeran y cuando llegó, se acostó con ella recién purificada de su regla. Luego ella regresó a su casa.


Pero él no quiso escucharla y, como era más fuerte, la forzó y se acostó con ella.


Yo hice un pacto con mis ojos de no fijarme en doncella.


Si cedí a la atracción de otra mujer, acechando a la puerta del vecino,


Quien anda con sabios acaba sabio, el que se junta con necios acaba mal.


Pero yo os digo: El que mira con malos deseos a la mujer de otro, ya está adulterando con ella en el fondo de su corazón.


Si luego ella deja de gustarte, permitirás que se marche si lo desea, pero no podrás venderla por dinero ni tratarla como a una esclava después de haberla humillado.


llevaréis a ambos a la puerta de la ciudad y les daréis muerte a pedradas: a la muchacha, porque dentro de la ciudad no pidió socorro y al hombre por haber violado a la mujer de otro. Así extirparás el mal de en medio de ti.


el hombre que se acostó con ella dará al padre de la muchacha cincuenta siclos de plata y tendrá que casarse con ella por haberla violado, y no podrá repudiarla en toda su vida.


Los israelitas replicaron a aquellos jeveos: —¿Y si habitáis en nuestro territorio? Porque en tal caso, no podemos hacer un pacto con vosotros.


Sansón bajó a Timná y vio allí a una mujer filistea.


Entonces Gaal, hijo de Obed, exclamó: —¿Quién es Abimélec y quién es Siquén para que tengamos que servirlos? ¿No es verdad que tanto el hijo de Jerubaal, como Zebul, su lugarteniente, sirvieron a la gente de Jamor, padre de Siquén? ¿Por qué hemos de servirles ahora nosotros?


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