Génesis 32:11 - La Palabra (versión española)

¹¹ Yo no merezco el amor y la fidelidad que has tenido con este siervo tuyo. Cuando crucé este río Jordán, no tenía más que mi bastón; pero ahora puedo formar dos campamentos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Oh Señor, te ruego que me rescates de la mano de mi hermano Esaú. Tengo miedo de que venga para atacarme a mí y también a mis esposas y a mis hijos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ Yo no soy digno de todos los favores que me has hecho, ni de la gran bondad que has tenido conmigo. Porque al partir, cuando atravesé el Jordán, no tenía más que mi bastón. Pero ahora, al volver, tengo suficiente como para hacer dos campamentos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, pues yo le temo, no sea que venga y me hiera tanto a la madre como a los hijos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Muy lejos estoy de merecer todos los favores y toda la fidelidad que has dispensado a tu siervo. Sólo mi cayado tenía cuando vadeé este Jordán, y ahora poseo dos campamentos.

Génesis 32:11 Referans Kwoze

Génesis 24:27

diciendo: —¡Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abrahán, que no ha dejado de manifestar con mi amo su amor y su fidelidad guiando mis pasos hasta la casa de sus parientes!

Génesis 27:41

Desde entonces Esaú guardó un profundo rencor hacia su hermano por la bendición que le había dado su padre, y se decía: «No está lejos el día en que hagamos duelo por la muerte de mi padre; después de eso, mataré a mi hermano Jacob».

Génesis 27:42

Alguien contó a Rebeca lo que Esaú, su hijo mayor, estaba tramando; así que mandó llamar a Jacob, el hijo menor, y le dijo: —Mira, tu hermano Esaú quiere matarte para vengarse de ti.

Génesis 32:3

Al verlos exclamó: —Este es un lugar donde Dios acampa. Y llamó a aquel lugar Majanáin.

Génesis 32:7

Cuando los mensajeros regresaron, dijeron a Jacob: —Hemos ido adonde está tu hermano Esaú, y ahora viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres.

Génesis 33:4

Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y rompieron juntos a llorar.

2 Samuel 7:18

Entonces el rey David entró a presentarse ante el Señor y dijo: —¿Quién soy yo, Señor Dios, y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí?

Salmos 119:134

Líbrame de la opresión del ser humano y podré respetar tus decretos.

Salmos 142:6

Atiende mi clamor, que estoy muy abatido; líbrame de quienes me persiguen, que son más fuertes que yo.

Salmos 16:1

Dios, protégeme, que en ti confío.

Salmos 25:20

Protégeme, sálvame, no me defraudes, pues en ti confío.

Salmos 31:2

Acerca hacia mí tu oído, date prisa en socorrerme. Sé para mí fortaleza protectora, morada inaccesible que me salve,

Salmos 43:1

Hazme justicia, oh Dios, defiende tú mi causa contra este pueblo infiel; líbrame del falso y del malvado.

Proverbios 18:19

Hermano ofendido es fortín irreductible, las disputas son los cerrojos de su encastillamiento.

Daniel 3:17

Si el Dios a quien adoramos puede librarnos del horno ardiente y de tu mano, seguro que nos librará, majestad.

Oseas 10:14

un clamor de guerra se alza contra tu pueblo; todas tus fortalezas serán asoladas, como Salmán asoló a Bet-Arbel aquel día de la batalla, cuando, junto con sus hijos, fue estrellada la madre [contra el suelo].

Mateo 6:13

No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno.

Deuteronomio 22:6

Si mientras vas caminando te encuentras en un árbol o en el suelo un nido de pájaros con polluelos o con huevos y la madre está echada encima de ellos, no te quedes con la madre y los polluelos;

1 Samuel 12:10

Entonces clamaron al Señor, diciendo: «Hemos pecado, abandonando al Señor para rendir culto a las imágenes de Baal y de Astarté. Líbranos del poder de nuestros enemigos y te serviremos».

1 Samuel 24:15

¿Contra quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién estás persiguiendo? ¡A un perro muerto! ¡A una pulga!