Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 3:10 - La Palabra (versión española)

10 El hombre contestó: —Te oí en el jardín, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 El hombre contestó: —Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Este contestó: 'He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí. Yavé Dios replicó:'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y contestó:° He oído tu sonido en el huerto y he tenido miedo porque estoy desnudo; y me he escondido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Él contestó: 'Oí el ruido de tus pasos por el jardín, y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 3:10
17 Referans Kwoze  

Los dos, el hombre y su mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza de verse así.


Entonces Dios, el Señor, le preguntó: —¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te prohibí comer?


En aquel momento se les abrieron los ojos y descubrieron que estaban desnudos, por lo que entrelazaron unas hojas de higuera y se taparon con ellas.


Por eso tengo miedo de verlo; cuando pienso en ello, me espanto.


No oculté mi pecado como Adán, ni escondí mi delito en mi interior;


Mi ser se estremece ante ti, por tus decretos te venero.


El pueblo entero fue testigo de los truenos y relámpagos, del estruendo como de trompeta y del monte envuelto en humo; los israelitas estaban aterrorizados y se mantenían a distancia.


Entonces dijeron a Moisés: —Háblanos tú y te escucharemos; pero que no nos hable Dios, porque moriremos.


Y añadió: —Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Moisés, sintió miedo de mirar a Dios y se tapó la cara.


Se percató Moisés de que el pueblo estaba descontrolado, pues Aarón no le había puesto freno, y ahora el pueblo estaba expuesto a las burlas de sus enemigos.


Temen los pecadores de Sion, un temblor paraliza a los impíos: «¿Quién de nosotros habitará un fuego devorador? ¿Quién de nosotros habitará unas brasas eternas?».


enseña tu desnudez, que vean tus vergüenzas. Me vengaré de forma despiadada,


¿Quién te preocupaba? ¿A quién temías para traicionarme? No te acordabas de mí ni me tenías presente. ¿Quizá porque siempre me callaba acabaste perdiéndome el respeto?


Pero ¿por qué tenemos que arriesgarnos de nuevo a morir devorados por este terrible fuego? Si seguimos oyendo la voz del Señor nuestro Dios, moriremos.


que si alguna vez nos acusa la conciencia, Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.


«Mirad que llego como un ladrón. ¡Dichoso el que se mantenga vestido y vigilante! No tendrá que andar desnudo, y nadie verá sus vergüenzas».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite