Génesis 22:6 - La Palabra (versión española)

⁶ Abrahán tomó la leña del holocausto y se la cargó a su hijo Isaac, mientras él llevaba el cuchillo y el fuego. Y los dos siguieron caminando juntos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Entonces Abraham puso la leña para la ofrenda sobre los hombros de Isaac, mientras que él llevó el fuego y el cuchillo. Mientras caminaban juntos,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Abrahán tomó la leña para el sacrificio y la cargó sobre su hijo Isaac. Tomó luego en su mano el brasero y el cuchillo y en seguida partieron los dos.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Tomó entonces Abraham los troncos del holocausto y los cargó sobre su hijo Isaac, luego tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Y ambos iban juntos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ Tomó Abrahán la leña del holocausto y la cargó sobre Isaac su hijo; él tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.

Génesis 22:6 Referans Kwoze

Génesis 22:5

Entonces dijo a sus siervos: —Vosotros quedaos aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios; luego regresaremos con vosotros.

2 Reyes 2:6

Después le dijo Elías: —Quédate aquí, pues el Señor me ha ordenado ir al Jordán. Pero Eliseo contestó: —Juro por el Señor y por tu vida que no te abandonaré. Y se fueron los dos.

Isaías 53:6

Todos íbamos errantes como ovejas, cada cual por su propio camino, y el Señor cargó sobre él las culpas de todos nosotros.

Mateo 8:17

De este modo se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: Tomó sobre sí nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades.

Juan 19:17

que, cargando con su propia cruz, se encaminó hacia el llamado «Lugar de la Calavera» (que en la lengua de los judíos se conoce como «Gólgota»).

1 Pedro 2:24

Cargando sobre sí nuestros pecados, los llevó hasta el madero para que nosotros muramos al pecado y vivamos con toda rectitud. Habéis sido, pues, sanados a costa de sus heridas.