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Génesis 19:19 - La Palabra (versión española)

19 Tú has protegido a este siervo tuyo y has mostrado tu gran misericordia salvando mi vida, pero yo no puedo huir a las montañas, porque me alcanzaría la desgracia y moriría.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

19 He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Ustedes fueron tan amables conmigo y me salvaron la vida, y han mostrado una gran bondad; pero no puedo ir a las montañas. La destrucción me alcanzaría allí también, y pronto moriría.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Veo que me has hecho un gran favor y que has sido muy bueno conmigo conservándome la vida. Pero yo no puedo llegar hasta la montaña sin que me alcance el desastre y la muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Mira, te ruego, tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos, y has engrandecido la misericordia que hiciste conmigo preservando mi vida, pero no puedo escapar hasta la montaña, pues el mal me alcanzará, y moriré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Puesto que tu siervo ha hallado gracia a tus ojos, y ha sido grande el favor que me has hecho al salvar mi vida, mira que no puedo huir al monte, pues podría alcanzarme el desastre y moriría.

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Génesis 19:19
20 Referans Kwoze  

Di, por favor, que eres mi hermana; de este modo me tratarán bien por consideración a ti, y podré salvar la vida.


Pero Lot les dijo: —Eso no, por favor, Señor mío.


Fíjate, por favor, en esa ciudad que está aquí cerca y déjame refugiarme en ella, pues es insignificante —¿no es verdad que lo es?—. Déjame buscar refugio en ella para poner a salvo mi vida.


Después, por miedo a quedarse en Soar, Lot se fue con sus dos hijas a la región montañosa y se quedaron a vivir en una cueva.


Esto hizo que José se ganara la simpatía de su amo, el cual lo hizo su hombre de confianza y le confió la administración de su casa y de todos sus bienes.


Pero el Señor se apiadó de Noé.


Entonces le responderán: «Porque abandonaron al Señor, su Dios, que sacó a sus antepasados de Egipto, y se aferraron a otros dioses para adorarlos y servirlos. Por eso el Señor ha hecho caer sobre ellos todos estos castigos».


Jesús exclamó: —Gente incrédula, ¿hasta cuándo habré de estar entre vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traedme al muchacho.


Sus vecinos y parientes se enteraron de este gran don que el Señor, en su misericordia, le había concedido, y acudieron a felicitarla.


¿Qué añadir a todo esto? Si Dios está a nuestro favor, ¿quién podrá estar contra nosotros?


Ese día mi furor se encenderá contra él, lo abandonaré y no me acordaré de él; será presa fácil [para sus enemigos] y le sobrevendrán multitud de desgracias y calamidades. Aquel día se preguntará si esas desgracias le han venido porque el Señor su Dios ya no está con él.


David se hizo el siguiente razonamiento: —Cualquier día de estos voy a sucumbir a manos de Saúl. Lo mejor que puedo hacer es huir al país de los filisteos. Así Saúl dejará de perseguirme por todo el territorio de Israel y podré escapar de sus manos.


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