Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 18:32 - La Palabra (versión española)

32 Todavía insistió Abrahán: —¡Que mi Señor no se enfade si insisto por última vez! ¿Y si no son más que diez los inocentes? El Señor respondió: —En atención a los diez, no la destruiré.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Finalmente, Abraham dijo: —Señor, por favor, no te enojes conmigo si hablo una vez más. ¿Y si hubiera tan solo diez? Y el Señor contestó: —Entonces no la destruiré por causa de esos diez.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Abrahán dijo: 'Vaya, no se enoje mi Señor, y hablaré por última vez. Puede ser que se encuentren allí sólo diez. Yavé dijo: 'En atención a esos diez, no destruiré la ciudad.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

32 Entonces dijo: Te ruego, no se enardezca mi Señor, y hablaré sólo esta vez: Quizá se hallen allí diez. Y respondió: No la destruiré por causa de los diez.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Pero todavía añadió: 'No se enoje ahora mi Señor. Ésta es la última una vez. Quizá se hallen allí diez'. Contestó: 'Por consideración a los diez no la destruiría'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 18:32
21 Referans Kwoze  

Pero Abrahán volvió a suplicar: —Que mi Señor no se enfade si insisto. Supongamos que quizá no sean más que treinta. El Señor respondió: —No lo haré si encuentro a treinta inocentes.


Abrahán siguió insistiendo: —Una vez más me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Supongamos que se encuentran veinte. El Señor respondió: —Por consideración a esos veinte, no la destruiré.


Entonces Judá se acercó a José y le dijo: —Te ruego, mi señor, que permitas a este siervo tuyo hablarte en privado, sin que te enfades conmigo, porque tú eres como el faraón.


Pero si tiene un ángel junto a él, un mediador entre mil, que pueda defender su honradez,


Tú, mi Dios, eres bueno y clemente, lleno de amor para quienes te invocan.


Entonces el Señor renunció a aplicar el castigo con que había amenazado a su pueblo.


El Señor aborrece el sacrificio del malvado, la oración del honrado le agrada.


Así dice el Señor: Si aparece un racimo con zumo, se dice: «No dejéis que se pierda, parece que promete buen vino»; pues lo mismo haré con mis siervos, no dejaré que todos se pierdan.


Patrullad las calles de Jerusalén, mirad bien y comprobad; buscad por todas sus plazas a ver si encontráis a alguien, uno siquiera que sea justo, que vaya tras la verdad, y yo lo perdonaré.


¿Qué Dios perdona el pecado y pasa por alto, como haces tú, las culpas al resto de su heredad? No mantendrá por siempre su ira, pues se complace en el amor.


Pedid, y Dios os atenderá; buscad, y encontraréis; llamad, y Dios os abrirá la puerta.


A Dios que, desplegando su poder sobre nosotros, es capaz de realizar todas las cosas incomparablemente mejor de cuanto pensamos o pedimos,


Gedeón dijo a Dios: —No te enojes contra mí si me atrevo a hablarte otra vez. Déjame, por favor, que haga una última prueba con el vellón: que solo el vellón permanezca seco y que el rocío empape todo el suelo alrededor.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite