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Éxodo 40:35 - La Palabra (versión española)

35 Moisés no podía entrar en la Tienda del encuentro, pues la nube se había aposentado sobre ella y la gloria del Señor llenaba la Morada.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Moisés no podía entrar en el tabernáculo, porque la nube se había posado allí, y la gloria del Señor llenaba el tabernáculo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Moisés ya no podía entrar en la Tienda de las Citas, pues la Nube descansaba sobre ella y la Gloria de Yavé llenaba la Morada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Y Moisés no podía entrar en la Tienda de Reunión porque la nube se había instalado sobre ella, y la gloria de YHVH había llenado el Tabernáculo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 de suerte que no podía entrar Moisés en la tienda del encuentro, porque sobre ella posaba la nube, y la gloria de Yahveh llenaba el santuario.

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Éxodo 40:35
15 Referans Kwoze  

Cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó el Templo del Señor,


de forma que los sacerdotes no pudieron continuar su servicio, a causa de la nube, pues la gloria del Señor había llenado el Templo.


Los sacerdotes no pudieron entrar en el Templo del Señor porque su gloria lo llenaba.


Mientras Aarón les estaba hablando, todos los israelitas miraron hacia el desierto y vieron cómo la gloria del Señor se aparecía en la nube.


Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar quedará consagrado por mi gloriosa presencia.


creará entonces el Señor en todo el ámbito del monte Sion y en los lugares de asamblea una nube para el día y una humareda con brillo llameante para la noche. La gloria del Señor lo cubrirá todo


Pues esto dice el Alto y Excelso, el que vive por siempre, de nombre Santo: Yo habito en las alturas sagradas, pero miro por humildes y abatidos, para reanimar el espíritu abatido, para reanimar el corazón humillado.


Los quicios de las puertas temblaron ante el estruendo de su voz, y el Templo se llenó de humo.


La gloria del Señor se elevó sobre los querubines y se dirigió al umbral del Templo. El Templo se llenó de la nube y el atrio se inundó del resplandor de la gloria del Señor.


al tiempo que la gloria del Señor llegaba al Templo en dirección al pórtico oriental.


y esto fue lo que le dijo: —Di a tu hermano Aarón que no debe entrar al santuario en cualquier fecha penetrando detrás del velo, ante la cubierta de oro que está sobre el Arca, no sea que muera; pues yo me manifiesto en una nube sobre la cubierta de oro.


Cuando Moisés entraba en la Tienda del encuentro para hablar con el Señor, oía la voz que le hablaba por encima de la cubierta de oro que cubría el Arca del testimonio, entre los dos querubines. Y el Señor le hablaba desde allí.


El día que fue erigida la Morada, es decir, la Tienda del testimonio, la nube cubrió la Morada. Desde el anochecer hasta la mañana, la nube que cubría la Morada tenía una apariencia de fuego.


El Templo se llenó del humo de la gloria y del poder de Dios, sin que nadie pudiera entrar allí mientras no se consumaran las siete calamidades que llevaban los siete ángeles.


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