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Éxodo 3:4 - La Palabra (versión española)

4 Al ver el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés! ¡Moisés! —Aquí estoy —respondió Moisés.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba para observar mejor, Dios lo llamó desde el medio de la zarza: —¡Moisés! ¡Moisés! —Aquí estoy —respondió él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: '¡Moisés, Moisés!', y él respondió: 'Aquí estoy.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Vio YHVH que se desviaba para observar, y ’Elohim lo llamó de en medio de la zarza, y le dijo: ¡Moisés! ¡Moisés! Y él respondió: ¡Heme aquí!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Viendo Yahveh que se acercaba para mirar, lo llamó Dios de en medio de la zarza y le dijo: '¡Moisés, Moisés!'. El respondió: 'Aquí estoy'.

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Éxodo 3:4
18 Referans Kwoze  

Después de estos hechos, Dios quiso poner a prueba a Abrahán; así que lo llamó: —¡Abrahán! Respondió Abrahán: —Aquí estoy.


el mensajero del Señor le gritó desde el cielo: —¡Abrahán! ¡Abrahán! Él respondió: —Aquí estoy.


Al despertar Jacob de su sueño, pensó: —¡Realmente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía!


Esa noche Dios habló a Israel en una visión: —¡Jacob! ¡Jacob! Él respondió: —Aquí me tienes. [Dios le] dijo:


Solo una cosa ha dicho Dios, dos cosas yo he oído: que de Dios es el poder


Moisés subió a encontrarse con Dios y el Señor lo llamó desde el monte diciéndole: —Anuncia esto a los descendientes de Jacob; dáselo a conocer a los israelitas:


Allí se le apareció el ángel del Señor como una llama de fuego, en medio de una zarza. Se fijó y quedó sorprendido al ver que la zarza ardía, pero no se consumía.


Moisés dijo al Señor: —Mira, tú mismo me has encomendado que guíe a este pueblo, pero no me has indicado a quién enviarás para ayudarme. Dices que me he ganado tu confianza y gozo de tu favor;


—De este modo —añadió el Señor— creerán que el Señor, el Dios de tus antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se te ha aparecido.


El Señor llamó a Moisés y le habló en estos términos desde la Tienda del encuentro:


Y oyó una voz que le decía: —¡Anda, Pedro, mata y come!


Un día, sobre las tres de la tarde, tuvo una visión en la que vio claramente a un ángel de Dios que se dirigió a él y le dijo: —¡Cornelio!


Cayó a tierra y oyó una voz que decía: —Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?


Que todos los mejores frutos de la tierra y el favor del que mora en la zarza reposen sobre la cabeza de José, sobre la frente del elegido entre sus hermanos.


El Señor volvió a insistir y lo llamó como antes: —¡Samuel! ¡Samuel! Y él le respondió: —Habla, que tu servidor escucha.


El Señor llamó a Samuel que respondió: —¡Aquí estoy!


El Señor volvió a llamar otra vez a Samuel y este se levantó y se presentó ante Elí, diciendo: —Aquí estoy, presto a tu llamada. Elí contestó: —Yo no te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte.


El Señor volvió a llamar a Samuel por tercera vez y él se levantó y se presentó ante Elí, diciendo: —Aquí estoy, presto a tu llamada. Entonces comprendió Elí que era el Señor quien llamaba al muchacho


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