Éxodo 22:28 - La Palabra (versión española)

²⁸ No te retrases en presentarme las primicias de tus mieses y de tu vendimia. Me darás el primogénito de tus hijos

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁸ No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁸ »No deshonres a Dios ni insultes a ninguno de tus gobernantes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁸ No tardarás en ofrecerme mi parte de tus frutos y de tu cosecha. Me darás el primogénito de tus hijos.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁸ No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁸ No retrasás la ofrenda de la abundancia de tu era y de tu lagar. Me entregarás el primogénito de tus hijos.

Éxodo 22:28 Referans Kwoze

2 Samuel 16:5

Cuando el rey David llegó a Bajurín, salió de allí un pariente de Saúl, llamado Simeí, hijo de Guerá. Salía insultando

2 Samuel 16:9

Abisay, el hijo de Seruyá, dijo al rey: —¿Por qué ese perro muerto ha de insultar a mi señor el rey? Déjame que vaya y le corte la cabeza.

2 Samuel 19:21

Tu siervo reconoce que te ha ofendido. Por eso, hoy he sido el primero de toda la casa de José en venir a recibir al rey, mi señor.

1 Reyes 21:10

Haced luego que comparezcan ante él dos desalmados que lo acusen de haber maldecido a Dios y al rey. Entonces lo sacáis fuera y lo apedreáis hasta matarlo».

Salmos 138:1

Te doy gracias de todo corazón, en presencia de dioses te canto.

Salmos 32:6

Por eso todo fiel te implora en los momentos de angustia; y aunque a raudales se desborde el agua, no les podrá dar alcance.

Éxodo 13:12

entonces consagrarás al Señor todos los primogénitos. También las primeras crías de tu ganado, si son machos, pertenecen al Señor.

Éxodo 13:2

—Conságrame todos los primogénitos de los israelitas; porque el primer parto de toda madre, sea de persona o de animal, me pertenece.

Éxodo 21:17

El que maldiga a su padre o a su madre, deberá morir.

Éxodo 23:16

Celebrarás la fiesta de la Siega, o sea, de las primicias de tus labores, de todo lo que hayas sembrado en el campo. Y celebrarás también la fiesta de la Recolección, a finales del año, cuando recojas de los campos el producto de tu trabajo.

Éxodo 23:19

Llevarás a la casa del Señor, tu Dios, las primicias de los frutos de tu tierra. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

Eclesiastés 10:20

Ni en tu fuero interno maldigas al rey, ni en tu propia alcoba maldigas al rico; porque un pájaro del cielo correrá la voz y un ser alado contará el asunto.

Levítico 24:11

y pronunció de manera blasfema el nombre divino. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.

Levítico 24:15

Después te dirigirás a los israelitas y les dirás: Todo el que maldiga a su Dios, cargará con las consecuencias de su pecado.

Levítico 24:16

Y el que blasfeme contra el nombre del Señor será castigado con la muerte: toda la comunidad lo apedreará; sea extranjero o sea nativo, si blasfema contra el nombre divino, morirá.

Hechos 23:3

Pero este le dijo: —¡Dios es quien te golpeará a ti, grandísimo hipócrita! Estás sentado ahí para juzgarme conforme a la ley, ¿y conculcas la ley mandando que me golpeen?

Hechos 23:5

—Hermanos —respondió Pablo—, ignoraba que fuera el sumo sacerdote; efectivamente, la Escritura ordena: No maldecirás al jefe de tu pueblo.

1 Pedro 2:17

Tratad a todos con deferencia, amad a los hermanos, temed a Dios, respetad al rey.

2 Pedro 2:10

sobre todo a quienes corren en pos de sucias apetencias carnales y desprecian la autoridad del Señor. Osados y arrogantes, injurian sin recato a los seres gloriosos,

Judas 1:8

Pues, a pesar de todo, esos visionarios se comportan de modo semejante: profanan su cuerpo, rechazan la autoridad del Señor e injurian a los seres gloriosos.

1 Samuel 24:10

Luego dijo a Saúl: —¿Por qué haces caso a los que dicen que David busca tu ruina?

1 Samuel 24:6

Pero luego le remordió la conciencia por haberle cortado el borde del manto a Saúl.

1 Samuel 26:9

Pero David respondió a Abisay: —No lo mates, porque no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor.