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Éxodo 19:19 - La Palabra (versión española)

19 El resonar de las trompetas fue haciéndose cada vez más atronador. Moisés hablaba y Dios le respondía con la voz del trueno.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

19 El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 A medida que el sonido del cuerno de carnero se hacía cada vez más fuerte, Moisés hablaba y Dios le respondía con voz de trueno.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 El sonido del cuerno iba creciendo: Moisés hablaba y Dios le contestaba con el trueno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 y el sonido del shofar se hacía cada vez más fuerte, y Moisés hablaba, y ’Elohim le respondía con el trueno.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Crecía más y más el sonido del cuerno. Moisés hablaba y Dios le respondía con el trueno.

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Éxodo 19:19
9 Referans Kwoze  

Descendiste al monte Sinaí y hablaste con ellos desde el cielo. Les diste normas justas, leyes verdaderas, buenos preceptos y estatutos.


En la angustia gritaste y te salvé, te contesté oculto en la tormenta, junto a las aguas de Meribá te probé». [Pausa]


Nadie lo tocará; quien lo haga será lapidado o asaeteado. Da igual que sea persona o animal; no quedará con vida. Únicamente podrán subir al monte cuando suene el cuerno.


El tercer día amaneció con relámpagos y truenos; una densa nube cubrió el monte, se oyó un clamoroso sonido de trompeta, y el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar.


Con él hablo cara a cara, claramente y sin enigmas, mientras él contempla mi semblante. ¿Cómo, pues, os habéis atrevido a criticar a Moisés, mi siervo?


Desde el cielo te permitió escuchar su voz para instruirte, y en la tierra te permitió ver su gran fuego mientras escuchabas sus palabras que salían del fuego.


Estos son los mandamientos que el Señor promulgó con potente voz, desde el fuego y la densa oscuridad, ante toda vuestra asamblea, en la montaña. No añadió nada más. Los escribió en dos tablas de piedra y me las entregó.


tampoco al clamor de la trompeta o al sonido de aquellas palabras que, al oírlo, hizo suplicar a los israelitas que no les hablara Dios.


Era tan estremecedor el espectáculo, que el mismo Moisés exclamó: Estoy aterrorizado y lleno de miedo.


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