Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Ester 9:27 - La Palabra (versión española)

27 los judíos se comprometieron de manera irrevocable, ellos, sus descendientes y los prosélitos, a celebrar anualmente esos dos días, según lo dispuesto en aquel escrito y en la fecha indicada.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

27 los judíos establecieron y tomaron sobre sí, sobre su descendencia y sobre todos los allegados a ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días según está escrito tocante a ellos, conforme a su tiempo cada año;

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

27 los judíos de todo el reino se pusieron de acuerdo para iniciar esa tradición y pasarla a sus descendientes y a todos los que se hacían judíos. Declararon que jamás dejarían de celebrar cada año esos dos días prescritos en la fecha señalada.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

27 los judíos establecieron esta regla para ellos, para sus descendientes y para todos los que se les juntaran, que celebrarían cada año, para la fecha indicada, sin faltar nunca, esos dos días, según la norma prescrita.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

27 los judíos establecieron y tomaron sobre sí y sobre su descendencia y sobre todos los que se unieran a ellos, de modo que nunca fuera anulado,° el continuar observando estos dos días según está escrito respecto a ellos, y según su tiempo señalado, en cada año,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 fijaron y aceptaron los judíos para sí; para su descendencia y para cuantos a ellos se unieran, que no dejarían de celebrar estos dos días, a fecha fija y todos los años; conforme a lo que había sido establecido.

Gade chapit la Kopi




Ester 9:27
18 Referans Kwoze  

En cada provincia y en cada ciudad, a medida que iba llegando el decreto real, los judíos se llenaban de alegría y felicidad, y celebraban fiestas y banquetes. Muchos habitantes del país se hicieron judíos por miedo a ellos.


Mardoqueo consignó estas cosas por escrito y envió cartas a todos los judíos de todas las provincias del rey Asuero, tanto a las próximas como a las lejanas.


Ordenaba en ellas que cada año se celebrasen los días catorce y quince del mes de Adar


Estos días debían ser conmemorados y celebrados de generación en generación, en cada familia, en cada provincia y en cada ciudad. Y estos días de los «purim» no debían dejar de festejarse entre los judíos ni debía desaparecer su recuerdo en las generaciones venideras.


Así estos confiarán en Dios, no olvidarán sus proezas y respetarán sus mandatos;


acudirán cantidad de pueblos, que dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; él nos indicará sus caminos, nosotros iremos por sus sendas». Y es que saldrá de Sion la ley; de Jerusalén la palabra del Señor.


Que no diga el extranjero que se ha entregado al Señor: «El Señor me excluye de su pueblo»; y que no diga el eunuco: «Aquí estoy, como árbol seco».


A los extranjeros entregados al Señor, que le rinden culto y aman su nombre, que quieren entregarse a su servicio, que observan el sábado sin profanarlo, que se aferran con fuerza a mi alianza,


Por tu parte, recordarás tu conducta y te avergonzarás cuando yo tome a tus hermanas, mayores y menores, y te las dé como hijas, aunque no como partícipes de tu alianza.


pues bien, ¡arriba, Sion!, trata de ponerte a salvo, tú que habitas en Babilonia.


Así dice el Señor del universo: —Sucederá en aquellos días que diez hombres procedentes de distintas naciones y lenguas asirán a un judío por la orla del manto y le dirán: «Queremos unirnos a vosotros porque hemos oído que Dios está con vosotros».


Tendréis un mismo estatuto para vosotros y para el residente extranjero. Esta será una norma perpetua, válida para todos vuestros descendientes. Tanto tú como el extranjero seréis iguales ante el Señor:


No la hizo solamente con nuestros antepasados, sino también con todos nosotros que hoy estamos vivos.


Josué concertó con ellos un tratado de paz y se comprometió a conservarles la vida; igualmente se lo juraron los jefes de la comunidad.


que las jóvenes israelitas se lamentasen todos los años durante cuatro días por la hija de Jefté, el galaadita.


Y desde aquel día hasta el presente esto ha sido norma y costumbre en Israel.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite