Ester 1:2 - La Palabra (versión española)

² y su trono real se hallaba establecido en la ciudadela de Susa.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² que en aquellos días, cuando fue afirmado el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual estaba en Susa capital del reino,

Biblia Nueva Traducción Viviente

² En esa época, Jerjes gobernaba su imperio desde el trono real, ubicado en la fortaleza de Susa.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² su trono real estaba por ese entonces en la fortaleza de Susa.

La Biblia Textual 3a Edicion

² cuando el rey Asuero ya se había sentado en el trono de su reino, que estaba en Susa, en la ciudadela,°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² que en aquellos días, mientras el rey Asuero se sentaba en su trono real, en la ciudadela de Susa,

Ester 1:2 Referans Kwoze

2 Samuel 7:1

Una vez que David se hubo instalado en su casa y el Señor le concedió un respiro frente a todos sus enemigos de los alrededores,

1 Reyes 1:46

Además, Salomón ha tomado posesión del reino

Nehemías 1:1

Palabras de Nehemías, hijo de Jacalías. Corría el mes de Quisleu del año veinte y me encontraba yo en la ciudadela de Susa.

Ester 2:3

El rey puede nombrar delegados en cada una de las provincias de su reino, con el encargo de reunir a todas esas jóvenes vírgenes y hermosas en el harén de la ciudadela de Susa; luego serán puestas al cuidado de Hegeo, el eunuco real guardián del harén, quien les proporcionará cosméticos.

Ester 2:5

En la ciudadela de Susa vivía un judío llamado Mardoqueo, hijo de Jaír y descendiente de Simeí y de Quis, de la tribu de Benjamín.

Ester 3:15

Los mensajeros partieron de inmediato con la orden real. El edicto se hizo público también en la ciudadela de Susa. Y mientras el rey y Amán se dedicaban a banquetear, en la ciudad de Susa reinaba la consternación.

Ester 4:16

—Reúne a todos los judíos de Susa y ayunad por mí, sin comer ni beber durante tres días con sus noches. Mis doncellas y yo ayunaremos igualmente y luego me presentaré ante el rey, aunque sea en contra de la ley; y si por ello tengo que morir, moriré.

Daniel 4:4

Así pues, se presentaron magos, adivinos, astrólogos y hechiceros, y les relaté mi sueño, pero no supieron dar con su interpretación.

Daniel 8:2

Me vi a mí mismo en Susa, plaza fuerte de la provincia de Elam, a orillas del río Ulay.