Esdras 8:25 - La Palabra (versión española)

²⁵ Les pesé la plata, el oro y los objetos que el rey, sus consejeros, los notables y todos los israelitas allí residentes habían ofrecido con destino al Templo de nuestro Dios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ y les pesé la plata, el oro y los utensilios, ofrenda que para la casa de nuestro Dios habían ofrecido el rey y sus consejeros y sus príncipes, y todo Israel allí presente.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ para que se encargaran de transportar la plata, el oro, los recipientes de oro y los demás artículos que el rey, sus consejeros y funcionarios, y todo el pueblo de Israel había presentado para el templo de Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ Pesé la plata, el oro y los objetos que habían dado para el Templo de nuestro Dios el rey, sus consejeros, sus jefes y todos los israelitas presentes.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ y pesamos ante ellos la plata y el oro y los utensilios sagrados, y también la ofrenda para la Casa de nuestro Dios que habían brindado el rey y sus consejeros y sus príncipes y todos los que se encontraban de Israel.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ Les pesé la plata, el oro y los objetos, ofrenda para la casa de nuestro Dios, que el rey, sus consejeros, sus jefes, y todos los de Israel que allí se encontraban, habían ofrecido.

Esdras 8:25 Referans Kwoze

Esdras 1:8

Los devolvió Ciro, rey de Persia, por medio del tesorero Mitrídates que los contó ante Sesbasar, príncipe de Judá.

Esdras 2:69

Conforme a sus posibilidades dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil minas de plata y cien túnicas sacerdotales.

Esdras 8:33

Al cuarto día se pesaron la plata, el oro y los demás objetos en el Templo de nuestro Dios. Se entregaron al sacerdote Meremot, hijo de Urías, y a Eleazar, hijo de Finés. Con ellos estaban los levitas Josabab, hijo de Josué y Noadías hijo de Binúi.

Números 7:85

Cada plato de ciento treinta siclos y cada jarro de setenta siclos; el total de la plata de la vajilla fue de dos mil cuatrocientos siclos, según el peso del siclo del santuario.

Filipenses 4:8

Finalmente, hermanos, apreciad todo lo que sea verdadero, noble, recto, limpio y amable; todo lo que merezca alabanza, suponga virtud o sea digno de elogio.