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Efesios 6:2 - La Palabra (versión española)

2 El primer mandamiento que lleva consigo una promesa es precisamente este: Honra a tu padre y a tu madre,

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Biblia Reina Valera 1960

2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Es, además, el primer mandamiento que va acompañado de una promesa:

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Honra a tu padre y a la madre, que es el primer mandamiento con promesa,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Honra a tu padre y a tu madre: éste es el primer mandamiento que lleva consigo una promesa:

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Efesios 6:2
13 Referans Kwoze  

Honra a tu padre y a tu madre para que vivas muchos años en la tierra que el Señor tu Dios te da.


A quien maldice a su padre y a su madre se le apagará la lámpara en plena oscuridad.


Y Jeremías dijo a la familia de los recabitas: —Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Vosotros habéis obedecido el mandato de vuestro antepasado Jonadab, habéis cumplido sus preceptos y habéis actuado conforme a lo que os ordenó.


no construiréis casas, ni sembraréis, ni plantaréis viñas. Pasaréis vuestra existencia en tiendas, de modo que viváis muchos años sobre la tierra en la que sois forasteros».


en ti son despreciados padres y madres; en ti es oprimido el forastero; en ti son vejados huérfanos y viudas.


El Señor del universo os dice a vosotros, sacerdotes, que menospreciáis su nombre: El hijo honra al padre y el siervo a su señor. Si, pues, yo soy padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy Señor, ¿dónde está la reverencia que se me debe? Vosotros le respondéis: «¿En qué forma menospreciamos tu nombre?».


Dad a cada uno lo que le corresponda, lo mismo si se trata de impuestos que de contribuciones, de respeto que de honores.


a fin de que seas feliz y vivas largos años sobre la tierra.


¡Maldito sea quien desprecie a su padre o a su madre! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén!


Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha mandado, para que vivas muchos años y seas dichoso en la tierra que el Señor tu Dios te da.


Pero si una viuda tiene hijos o nietos, a ellos toca, antes que a nadie, cuidar con dedicación de su propia familia, correspondiendo así a lo que recibieron de sus progenitores; esto es, en efecto, lo que agrada a Dios.


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