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Efesios 2:14 - La Palabra (versión española)

14 Cristo es nuestra paz. Él ha hecho de ambos pueblos uno solo; él ha derribado el muro de odio que los separaba;

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de hostilidad que nos separaba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 El es nuestra paz. El ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo. En su propia carne

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Porque Él es nuestra paz, que de ambos° hizo uno, y derribó la pared intermedia de separación, es decir, la enemistad;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Pues él es nuestra paz, el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro medianero de la separación, la enemistad, y en su carne

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Efesios 2:14
28 Referans Kwoze  

Y dijo Amán al rey Asuero: —Entre todos los pueblos que forman las provincias de tu imperio existe uno que vive separado y disperso; se rige por leyes diferentes a las de los otros pueblos y no obedece las leyes del rey. No creo que convenga al rey tolerarlos.


que pastorearán Asiria con la espada y el país de Nemrod con el acero. Porque él será quien nos libre cuando Asiria invada nuestra tierra y ponga su pie en nuestro territorio.


Reconstruirá, en efecto, el Templo del Señor, recibirá honores reales y se sentará en el trono para gobernar. Un sacerdote se sentará en el trono y reinará entre ambos la concordia».


para llenar de luz a los que viven en oscuridad y sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por caminos de paz.


—¡Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres que gozan de su favor!


Tengo todavía otras ovejas que no están en este aprisco a las que también debo atraer; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño bajo la guía de un solo pastor.


Y no solamente por la nación judía, sino para conseguir la unión de todos los hijos de Dios que se hallaban dispersos.


Os he dicho todo esto para que, unidos a mí, encontréis paz. En el mundo tendréis sufrimientos; pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo.


—Como sabéis, a un judío le está prohibido relacionarse con extranjeros o entrar en sus casas. Pero Dios me ha hecho comprender que a nadie debo considerar profano o impuro.


Fue Dios quien dirigió su mensaje a los israelitas y les anunció la buena noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.


Justificados, pues, por medio de la fe, Jesucristo, nuestro Señor, nos mantiene en paz con Dios.


Ya no hay distinción entre judío y no judío, ni entre esclavo y libre, ni entre varón y mujer. En Cristo Jesús, todos sois uno.


él ha puesto fin en su propio cuerpo a la ley mosaica, con sus preceptos y sus normas, y ha creado en su propia persona con los dos pueblos una nueva humanidad, estableciendo la paz.


Él ha venido a traer la noticia de la paz: paz para vosotros, los que estabais lejos, y paz también para los que estaban cerca.


origen de toda paternidad tanto en el cielo como en la tierra,


Él es quien hace que el cuerpo entero, bien ensamblado y unido mediante el conjunto de ligamentos que lo alimentan según la actividad propia de cada miembro, vaya creciendo como tal cuerpo de modo que se construya a sí mismo en el amor.


y por medio de él reconciliar consigo a todos los seres: a los que están en la tierra y a los que están en el cielo, realizando así la paz mediante la muerte de Cristo en la cruz.


Si habéis muerto con Cristo y nada tenéis que ver con las potencias cósmicas, ¿por qué os dejáis imponer normas como si pertenecieseis a este mundo?


Ya no hay fronteras de raza, religión, cultura o condición social, sino que Cristo es todo en todos.


Que la paz de Cristo reine en vuestras vidas; a ella os ha llamado Dios para formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos.


Que el Dios de la paz, el que resucitó de entre los muertos a Jesús, nuestro Señor, y lo constituyó supremo pastor del rebaño mediante la sangre de una alianza eterna,


Abrahán, a su vez, le dio la décima parte del botín. Melquisedec, que significa en primer lugar «rey de justicia», era también «rey de Salem», es decir, «rey de paz».


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