Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Efesios 2:12 - La Palabra (versión española)

12 estabais en el pasado privados de Cristo, sin derecho a la ciudadanía de Israel, ajenos a las alianzas portadoras de la promesa, sin esperanza y sin Dios en medio del mundo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza,

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 En aquel tiempo no esperaban un Mesías, no tenían parte en el pueblo de Israel y no les correspondían las alianzas de Dios ni sus promesas; ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

12 en aquel tiempo estabais sin el Mesías, apartados de la ciudadanía de Israel, y extraños a los pactos de la promesa, no teniendo esperanza, y sin Dios en el mundo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 estabais en aquel tiempo lejos de Cristo, privados de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo.

Gade chapit la Kopi




Efesios 2:12
51 Referans Kwoze  

En aquel día hizo el Señor una alianza con Abrán en estos términos: —A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates:


Durante mucho tiempo Israel estuvo sin verdadero Dios, sin sacerdote instructor y sin ley.


Zorobabel, Josué y el resto de los cabezas de familia de Israel les contestaron: —No podemos edificar un Templo a nuestro Dios junto con vosotros. Tan solo nosotros hemos de construirlo para el Señor, Dios de Israel, como nos ha ordenado Ciro, rey de Persia.


Tampoco lo comerá el inmigrante ni el jornalero.


El Señor se apiadará de Jacob, volverá a elegir a Israel; lo hará reposar en su tierra. A ellos se unirán forasteros, agregados a la casa de Jacob.


Así dice el Señor, rey de Israel, su redentor, el Señor del universo: Yo soy el primero y el último, no hay Dios fuera de mí.


Reuníos, venid, acercaos todos, supervivientes de las naciones. Nada saben los que llevan su ídolo de madera, los que rezan a un dios incapaz de salvar.


Se verán extraños pastoreando vuestro ganado, extranjeros trabajarán vuestros campos y viñas,


Esperanza de Israel, salvador en la desgracia, ¿por qué te estás portando como un forastero en el país, lo mismo que un transeúnte que solo se queda a pernoctar?


Señor, esperanza de Israel, todo el que te abandona fracasa. Los que se apartan de ti serán inscritos en el polvo, pues abandonaron al Señor, la fuente de agua viva.


Descargaré mi mano contra los profetas que tienen visiones falsas y vaticinan mentiras; no tomarán parte en el consejo de mi pueblo, no serán inscritos en el registro de la comunidad de Israel ni entrarán en la tierra de Israel, y así reconocerán que yo soy el Señor Dios.


Haré con ellos una alianza de paz, que será para ellos una alianza eterna, y haré que se multipliquen. Pondré mi santuario en medio de ellos para siempre;


Lo asignaréis por suertes como heredad tanto para vosotros como para los extranjeros que residen entre vosotros y que han tenido familia en el país. Los trataréis como israelitas nativos y participarán en la distribución de las heredades junto con las tribus de Israel.


Porque durante mucho tiempo los israelitas estarán sin rey ni príncipe, sin sacrificios ni estelas, sin efod ni terafim.


Todas las ofrendas sagradas que los israelitas presenten al Señor, te las he dado a ti y a todos tus descendientes por estatuto perpetuo. Es una alianza irrompible, sellada con sal, hecha en presencia del Señor y válida para ti y para toda tu descendencia.


mostrando así su compasión con nuestros antepasados y acordándose de cumplir su santa alianza.


Tengo todavía otras ovejas que no están en este aprisco a las que también debo atraer; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño bajo la guía de un solo pastor.


Yo soy la vid; vosotros, los sarmientos. El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.


Vosotros los samaritanos rendís culto a algo que desconocéis; nosotros sí lo conocemos, ya que la salvación viene de los judíos.


Porque la promesa os corresponde a vosotros y a vuestros hijos, e incluso a todos los extranjeros que reciban la llamada del Señor, nuestro Dios.


Esta es la razón por la que os he llamado; quería veros y hablaros, pues precisamente por causa de la esperanza de Israel llevo yo estas cadenas.


Y vosotros sois los herederos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con vuestros antepasados cuando dijo a Abrahán: Tu descendencia será fuente de bendición para toda la humanidad.


Es decir, que no es la simple generación natural la que hace hijos de Dios; los verdaderos descendientes son los que nacen en virtud de la promesa.


En otro tiempo no conocíais a Dios y estabais al servicio de falsos dioses.


Ya no sois, por tanto, extranjeros o advenedizos. Sois conciudadanos de un pueblo consagrado, sois familia de Dios,


Ellos tienen la inteligencia embotada y viven lejos de Dios, por cuanto son ignorantes y duros de corazón.


También vosotros estuvisteis en otro tiempo lejos de Dios y fuisteis sus enemigos por el modo de pensar y por las malas acciones.


dándoles a conocer la gloria y la riqueza que este plan encierra para los paganos. Me refiero a Cristo, que vive en vosotros y es la esperanza de la gloria.


Os anima a ello la esperanza del premio que tenéis reservado en el cielo y que habéis conocido por medio del evangelio que es palabra verdadera.


Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de aquellos que ya han muerto. Así no estaréis tristes como lo están los que carecen de esperanza.


sin que os arrastre la pasión, como arrastra a los paganos que no conocen a Dios.


¡Ojalá que nuestro Señor Jesucristo y nuestro Padre Dios que nos ha amado y que generosamente nos otorga un consuelo eterno y una espléndida esperanza,


Pablo, apóstol de Jesucristo por disposición de Dios, nuestro salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza,


extinguieron fuegos violentos, se libraron de morir a filo de espada, superaron enfermedades, derrocharon valor en la guerra y aniquilaron ejércitos extranjeros.


Ofrecía así dos garantías, ambas irrevocables, porque Dios no puede engañar, y proporcionaba un poderoso consuelo a quienes se refugiaban en él para mantener la esperanza a que estamos destinados.


En realidad, ahora Cristo ha recibido un ministerio tanto más excelso cuanto mayor es la alianza de la que es mediador y cuanto de más valor son las promesas en que está cimentada.


Gracias a él, creéis en Dios, que lo resucitó de la muerte y lo llenó de gloria para que de esta manera vuestra fe y vuestra esperanza descansen en Dios.


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo que, por su inmenso amor y mediante la resurrección de Jesucristo de la muerte, nos ha hecho renacer a una esperanza viviente,


Glorificad en vuestro corazón a Cristo, el Señor, estando dispuestos en todo momento a dar razón de vuestra esperanza a cualquiera que os pida explicaciones. Pero, eso sí, hacedlo con dulzura y respeto,


Esta esperanza que hemos puesto en él es la que nos va perfeccionando, como él es perfecto.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite