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Daniel 8:8 - La Palabra (versión española)

8 El macho cabrío creció y creció, y cuando más fuerte era, se le rompió el cuerno grande: en su lugar aparecieron otros cuatro cuernos, orientados hacia los cuatro puntos cardinales.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El chivo se hizo poderoso, pero cuando alcanzó el máximo de su poder, se quebró el enorme cuerno que tenía. En su lugar crecieron cuatro cuernos prominentes que apuntaban hacia los cuatro puntos cardinales.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El chivo se hizo muy poderoso, pero, en el colmo de su poder, el gran cuerno se rompió y brotaron en vez de él cuatro cuernos, vueltos a los cuatro vientos del Cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Aquel macho cabrío se engrandeció sobremanera, pero estando en su mayor poder, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos de los cielos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 El macho cabrío creció mucho; pero cuando más fuerte era se le rompió el gran cuerno y en su lugar le salieron cuatro cuernos orientados a los cuatro vientos del cielo.

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Daniel 8:8
19 Referans Kwoze  

Pero en la plenitud de su poder el orgullo lo llevó a la perdición y se rebeló contra el Señor, su Dios, entrando al Templo del Señor para quemar incienso en el altar del incienso.


pues este era ya un personaje importante en el palacio real, su fama se extendía por todas las provincias y cada día era más poderoso.


Convocaré cuatro vientos sobre Elam de los cuatro extremos del cielo; los aventaré a esos cuatro vientos, y no habrá una sola nación donde no lleguen refugiados de Elam.


Como un cesto repleto de pájaros, así rebosan sus casas de fraudes; por eso prosperan y se enriquecen,


y desarróllate como los brotes del campo. Efectivamente, te desarrollaste, creciste y te llegó el tiempo de la menstruación. Tus pechos se afianzaron y te brotó el vello púbico, pero seguías desnuda del todo.


¿Osarás decir «Soy un dios» delante de tus ejecutores? Un hombre, no un dios, serás en manos de quienes te traspasen.


Pero estando aún en el poder, su reino será destruido y repartido hacia los cuatro puntos cardinales. Mas no será para sus descendientes que no tendrán el poder que él había ejercido, pues su reino será arrancado de raíz y entregado a otros.


Pasado el tiempo fijado, yo, Nabucodonosor, alcé los ojos al cielo y recobré la razón. Bendije entonces al Altísimo, alabé y glorifiqué al que vive eternamente, cuyo poder es eterno y cuyo reino no tiene fin.


Pero, al volverse soberbio, orgulloso y arrogante, fue desposeído del trono y despojado de su gloria.


En mi visión nocturna contemplé cómo los cuatro vientos del cielo agitaban el inmenso mar,


Después vi otra bestia, parecida a un leopardo, con cuatro alas de ave en la espalda y cuatro cabezas. Le dieron el poder.


Los cuatro cuernos que ocuparon el lugar del cuerno que se rompió representan a los cuatro reinos salidos de esa nación, aunque no serán tan poderosos como el primero.


Estaba yo tratando de comprender lo que veía, cuando apareció por el occidente un macho cabrío, que iba recorriendo el mundo sin tocar el suelo. Tenía entre los ojos un cuerno enorme.


Vi cómo se acercaba al carnero corriendo y cómo lo embestía enfurecido: el carnero, con los dos cuernos rotos, fue incapaz ya de hacerle frente. El macho cabrío lo abatió por tierra y lo pisoteó, sin que nadie pudiera ayudar al carnero.


Y él enviará a sus ángeles para que a toque de trompeta convoquen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del cielo.


Y él enviará a los ángeles para que convoquen a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, del confín de la tierra hasta el confín del cielo.


Porque cuando yo haya introducido a este pueblo en la tierra que prometí darle según juré a sus antepasados, tierra que mana leche y miel, comerá hasta saciarse y engordará; entonces se volverá hacia otros dioses para rendirles culto, rechazándome a mí y rompiendo mi alianza.


Vi después cuatro ángeles de pie sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra. Sujetaban a los cuatro vientos, impidiendo que soplara viento alguno sobre la tierra, sobre el mar o sobre los árboles.


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