Daniel 6:22 - La Palabra (versión española)

²² Daniel respondió: —¡Larga vida al rey!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²² Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² Mi Dios envió a su ángel para cerrarles la boca a los leones, a fin de que no me hicieran daño, porque fui declarado inocente ante Dios y no he hecho nada malo en contra de usted, su majestad.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Mi Dios me envió a su ángel, quien cerró las fauces de los leones, los que ni siquiera me han tocado porque fui hallado inocente ante él, y ante ti, oh rey, también soy inocente'.

La Biblia Textual 3a Edicion

²² Mi Dios ha enviado a su ángel, el cual cerró la boca de los leones para que no me hicieran daño, porque ante Él fui hallado inocente, como también lo fui ante ti, oh rey, pues no te he causado perjuicio alguno.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² Daniel contestó al rey: '¡Viva el rey eternamente!

Daniel 6:22 Referans Kwoze

Génesis 40:15

pues me raptaron del país de los hebreos, y aquí no he hecho nada para que me tengan en la cárcel.

2 Samuel 22:7

En mi angustia supliqué al Señor, a mi Dios invoqué. Desde su santuario escuchó mi grito, a sus oídos llegó mi clamor.

1 Reyes 13:28

él partió y encontró el cadáver tendido en el camino y al burro y al león de pie junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni despedazado al burro.

2 Crónicas 32:21

Entonces el Señor envió un ángel que aniquiló a todos los valientes del ejército y a sus jefes y oficiales en el campamento del rey de Asiria, que tuvo que regresar abochornado a su tierra. Y cuando entraba en el templo de sus dioses fue asesinado por sus propios hijos.

Salmos 118:28

Tú eres mi Dios y te doy gracias, eres mi Dios a quien ensalzo.

Salmos 26:6

Lavo mis manos en señal de inocencia y me acerco a tu altar, Señor,

Salmos 31:14

Pero yo, Señor, en ti confío, yo he dicho: «Tú, Señor, eres mi Dios».

Salmos 34:7

El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los defiende.

Salmos 38:21

¡Señor, no me abandones, Dios mío, no te alejes de mí!

Salmos 84:11

Porque Dios, el Señor, es sol y escudo, el Señor otorga gracia y gloria; él no niega bien alguno a quien camina con rectitud.

Isaías 3:10

Dichoso el justo, le irá bien, comerá del fruto de sus acciones.

Isaías 63:9

en todos sus peligros. No usó mensajeros ni enviados, él en persona los salvó; llevado de su amor y compasión, él mismo los rescató; los liberó y cargó con ellos todos los días de antaño.

Jeremías 37:18

Y Jeremías añadió dirigiéndose al rey Sedecías: —¿En qué os he fallado a ti, a tus ministros o a este pueblo para que hayas mandado que me encierren en la cárcel?

Daniel 3:28

Nabucodonosor exclamó: —Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednegó, que ha enviado a su ángel para liberar a sus siervos. Ellos, confiando en él, desobedecieron la orden del rey y expusieron sus cuerpos a la muerte antes que dar culto y adorar a otro dios fuera del suyo.

Daniel 6:20

Se levantó al rayar el alba y fue a toda prisa al foso de los leones.

Daniel 6:23

Mi Dios ha enviado a su ángel a cerrar la boca de los leones, y no me han hecho daño alguno. Él sabe que soy inocente y que no he cometido nada irregular contra ti, majestad.

Daniel 6:4

Daniel sobresalía por encima de los ministros y de los sátrapas, pues estaba más capacitado que ninguno de ellos, hasta tal punto que el rey tenía pensado ponerlo al frente de todo el reino.

Daniel 6:7

Los ministros y sátrapas se presentaron inmediatamente ante el rey y le dijeron: —¡Larga vida al rey Darío!

Miqueas 7:7

Pero yo pongo mi confianza en el Señor, espero en Dios, mi salvador, seguro de que mi Dios me escuchará.

Números 20:16

Nosotros clamamos al Señor que oyó nuestro clamor y envió un ángel que nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, ciudad cercana a tus fronteras.

Mateo 27:46

Hacia esa hora, Jesús gritó con fuerza: —¡Elí, Elí! ¿lemá sabaqtaní?, es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».

Hechos 12:11

Pedro entonces volvió en sí y exclamó: —Ahora me doy cuenta de que el Señor ha enviado su ángel para librarme de las garras de Herodes y de la trama organizada contra mí por el pueblo judío.

Hechos 24:16

Por esta razón me esfuerzo en guardar siempre limpia mi conciencia ante Dios y ante los hombres.

Hechos 27:23

Pues anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y sirvo,

2 Corintios 1:12

Si de algo nos sentimos orgullosos es de que la conciencia nos asegura que nuestro comportamiento con todo el mundo, y particularmente con vosotros, ha estado presidido por la sencillez y la franqueza que Dios inspira; es decir, ha sido fruto del favor divino y no del humano saber.

2 Timoteo 4:17

Pero el Señor estuvo conmigo y me dio fuerzas para llevar a buen término el anuncio del mensaje, de modo que todos los paganos pudieron escucharlo. El Señor, que me libró de la boca del león,

Hebreos 1:14

¿No son todos ellos espíritus enviados con la función de servir a los que han de heredar la salvación?

Hebreos 11:33

Todos ellos, por la fe, conquistaron reinos, gobernaron con justicia, vieron realizarse las promesas, cerraron bocas de leones,

1 Samuel 17:37

Y añadió: —El Señor que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará del poder de ese filisteo. Entonces Saúl le dijo: —Anda y que el Señor te acompañe.

1 Samuel 26:18

Y añadió: —¿Por qué persigue mi señor a este siervo suyo? ¿Qué he hecho yo? ¿Qué delito he cometido?