Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Daniel 10:19 - La Palabra (versión española)

19 —No temas, pues eres muy apreciado. La paz sea contigo. Ahora sé fuerte y ten ánimo. Mientras me hablaba, sentí que recuperaba las fuerzas y dije: —Puedes hablar, Señor, pues me has devuelto las fuerzas.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 —No tengas miedo —dijo—, porque eres muy precioso para Dios. ¡Que tengas paz, ánimo y fuerza! Mientras me decía estas palabras, de pronto me sentí más fuerte y le dije: —Por favor, háblame, señor mío, porque me has fortalecido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Me dijo: '¡No temas, tú que eres amado de Dios, la paz sea contigo! ¡Animo, ánimo!' Y mientras me hablaba, sentí que me volvían las fuerzas. Le dije: 'Hable mi señor, porque me siento mejor'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

19 y me dijo: Muy amado, no temas. La paz sea contigo. ¡Esfuérzate y aliéntate! Y no bien hubo hablado, recobré las fuerzas, y dije: ¡Hable mi Señor, porque me has fortalecido!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 y me dijo: 'No temas, hombre apreciado. La paz sea contigo. ¡Vamos, ten ánimo!'. Mientras me hablaba, me sentí fortalecido y le dije: 'Hable mi señor, puesto que me has fortalecido'.

Gade chapit la Kopi




Daniel 10:19
29 Referans Kwoze  

Cuando clamé, me respondiste, hiciste que aumentara mi fuerza.


decid a los alocados: «Seguid firmes, no temáis, que viene vuestro Dios a vengaros, él os trae la recompensa y viene en persona a salvaros».


No temas, que estoy contigo; no te angusties, que soy tu Dios. Te doy fuerza y voy a ayudarte, te sostiene mi diestra salvadora.


No temas, gusanito de Jacob; no te angusties, cosita de Israel; te voy a auxiliar —oráculo del Señor—. Tu redentor es el Santo de Israel.


El que parecía un hombre me tocó y me devolvió las fuerzas. Después me dijo:


Tan pronto como empezaste a orar, se produjo la respuesta, y he venido a comunicártela, pues eres una persona muy apreciada. Así pues, atiende al mensaje y entiende la visión:


Sin embargo, anímate Zorobabel —oráculo del Señor—, anímate sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y que se anime toda la gente del país —oráculo del Señor—. Poned manos a la obra porque yo estoy con vosotros, dice el Señor del universo.


Y así como antes fuisteis objeto de maldición entre las naciones, pueblo de Judá y de Israel, así ahora os salvaré y os convertiré en bendición. ¡Cobrad, pues, ánimo y no temáis!


Así dice el Señor del universo: —Cobrad ánimo los que oís las palabras que los profetas pronuncian estos días en que se echan los cimientos del Templo del Señor del universo.


Las hermanas de Lázaro mandaron a Jesús este recado: —Señor, tu amigo está enfermo.


y los judíos allí presentes comentaban: —Bien se ve que lo quería de verdad.


Jesús tenía una gran amistad con Marta, con su hermana María y con Lázaro.


La paz os dejo, mi paz os doy. Una paz que no es la que el mundo da. No viváis angustiados ni tengáis miedo.


Os he dicho todo esto para que, unidos a mí, encontréis paz. En el mundo tendréis sufrimientos; pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo.


Jesús, al ver a su madre y, junto a ella, al discípulo a quien tanto quería, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.


Pedro se volvió y vio que detrás de ellos venía el discípulo a quien Jesús tanto quería, el mismo que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?».


Estad alerta; manteneos firmes en la fe; portaos con valentía, sed modelo de fortaleza.


y otras tantas me ha dicho: «te basta mi gracia, porque mi fuerza se realiza plenamente en lo débil». Con gusto, pues, presumiré de mis flaquezas, para sentir dentro de mí la fuerza de Cristo.


Solo me resta desear que os mantengáis fuertes, apoyados en el poder irresistible del Señor.


Así pues, tú, hijo mío, mantente fuerte, apoyado en la gracia de Cristo Jesús.


Te he mandado que seas fuerte y valiente. No tengas, pues, miedo ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.


Apenas lo vi, caí fulminado a sus pies; pero él me tocó con su mano derecha y me dijo: —No temas; yo soy el primero y el último.


Pero el Señor le dijo: —La paz sea contigo. No temas, no morirás.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite