Cantares 8:10 - La Palabra (versión española)

¹⁰ Soy una muralla y mis pechos, torres; mas seré para él remanso de paz.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Yo soy muro, y mis pechos como torres, Desde que fui en sus ojos como la que halla paz.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Yo era virgen como un muro, ahora mis pechos son como torres. Cuando mi amante me mira se deleita con lo que ve.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Yo soy una muralla, mis pechos son como torres. Soy a sus ojos como quien ha hallado la paz.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Ella Yo soy muro, Y mis pechos son torreones, Y ahora soy ante sus ojos° Como la mensajera de paz.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Yo soy una muralla, y mis pechos como torres. Y así fui yo a sus ojos, como quien halla la paz.

Cantares 8:10 Referans Kwoze

Génesis 6:8

Pero el Señor se apiadó de Noé.

Proverbios 3:4

así obtendrás estima y favor ante Dios y ante los hombres.

Cantares 4:4

Tu cuello es la torre de David destinada a museo de armas: mil escudos penden de ella, las adargas de los héroes.

Cantares 4:5

Tus dos pechos, dos crías mellizas de gacela paciendo entre azucenas.

Cantares 8:11

Salomón tenía una viña en Baal Hamón. Le dio la viña a los guardas y cada cual le pagaba por su cosecha con mil monedas de plata.

Isaías 60:10

Extranjeros levantarán tus muros, sus reyes estarán a tu servicio; cierto que te herí en mi cólera, pero ahora te quiero complacido.

Ezequiel 16:7

y desarróllate como los brotes del campo. Efectivamente, te desarrollaste, creciste y te llegó el tiempo de la menstruación. Tus pechos se afianzaron y te brotó el vello púbico, pero seguías desnuda del todo.

Lucas 1:30

Pero el ángel le dijo: —No tengas miedo, María, pues Dios te ha concedido su gracia.

Efesios 1:6

De este modo, la bondad tan generosamente derramada sobre nosotros por medio de su Hijo querido, se convierte en himno de alabanza a su gloria.

Efesios 1:8

¡Qué derroche de gracia sobre nosotros, al llenarnos de sabiduría e inteligencia

1 Timoteo 1:16

Precisamente por eso, Dios me ha tratado con misericordia, de manera que Cristo Jesús ha puesto de manifiesto su generosidad conmigo antes que con nadie, para ejemplo de quienes, creyendo en él, alcanzarán la vida eterna.