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Cantares 5:13 - La Palabra (versión española)

13 Sus mejillas, balsameras y macizos de perfumes; y sus labios como lirios que destilan mirra líquida.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; Sus labios, como lirios que destilan mirra fragante.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Sus mejillas son como jardines de especias que esparcen aromas. Sus labios son como lirios, perfumados con mirra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 sus mejillas, plantaciones de balsameras, cultivo de plantas olorosas. Sus labios son lirios que destilan mirra pura.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Sus mejillas, como un jardín de especias, Que exhalan su fragancia, Sus labios son como lirios, Que destilan abundante mirra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Sus mejillas, arriate de bálsamo, almáciga de hierbas aromáticas. Sus labios, amapolas que destilan mirra.

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Cantares 5:13
16 Referans Kwoze  

Una sola cosa pido al Señor, solo esto quiero: sentarme en la casa del Señor todos los días de mi vida, contemplar la gracia del Señor y frecuentar su Templo.


Tú eres el más bello de los hombres, en tus labios la gracia se derrama, por eso Dios te bendice por siempre.


Valiente, cíñete al costado la espada que es tu esplendor y tu grandeza.


Feliz el pueblo que sabe aclamarte; caminará, Señor, a la luz de tu rostro.


¡Qué hermosas tus mejillas resaltando entre pendientes, y tu cuello con collares!


¡Qué hermoso eres, amor mío! ¡Todo es delicia en ti! Nuestro lecho es de hierba,


Soy narciso de Sarón y azucena de los valles.


¿Qué es eso que sube del desierto como columna de humo con olor a incienso y mirra y a mil aromas exóticos?


Miel silvestre hay en tus labios, novia mía; miel y leche debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos es como aroma del Líbano.


Me levanté para abrirle a mi amor: mis manos goteaban mirra y mis dedos mirra líquida sobre el cerrojo de la puerta.


Mi amor ha bajado a su jardín, a los macizos de bálsamos, a apacentar en los huertos, a recoger azucenas.


El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo, para saber dar al cansado una palabra de estímulo. Por la mañana estimula mi oído para que escuche como un discípulo.


Ofrecí mi espalda a los que me azotaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba; y no me tapé la cara cuando me insultaban y escupían.


Todos le manifestaban su aprobación y estaban maravillados por las hermosas palabras que había pronunciado. Y comentaban: —¿No es este el hijo de José?


Tampoco necesita sol ni luna que la alumbren; la ilumina la gloria de Dios, y su antorcha es el Cordero.


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