Cantares 4:3 - La Palabra (versión española)

³ Una cinta carmesí son tus labios, deliciosos cuando hablas; dos mitades de granada tus mejillas tras tu velo.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Tus labios son como una cinta escarlata; tu boca me cautiva. Tus mejillas son como granadas color rosa detrás de tu velo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Tus labios son una cinta roja, y tu hablar es encantador. Tus mejillas son las mitades de una granada a través de tu velo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Tus labios son como una cinta de grana, Y tu hablar, gracioso. Tus mejillas, cual granada partida Detrás de tu velo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Tus labios, como cinta de escarlata y tu boca graciosa. Tus mejillas, como mitades de granada a través de tu velo.

Cantares 4:3 Referans Kwoze

Génesis 32:10

Luego oró diciendo: —Dios de mi abuelo Abrahán y de mi padre Isaac, Señor que me dijiste: Regresa a tu tierra natal, donde están tus parientes, que yo te haré prosperar.

Esdras 9:6

suplicando: —Dios mío, estoy avergonzado y confuso y no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti, pues nuestros pecados se han multiplicado y nuestras culpas se amontonan hasta llegar al cielo.

Salmos 119:13

Yo proclamo con mis labios todos los decretos de tu boca.

Salmos 37:30

La boca del justo vierte sabiduría, su lengua proclama la justicia.

Salmos 45:2

Tú eres el más bello de los hombres, en tus labios la gracia se derrama, por eso Dios te bendice por siempre.

Proverbios 10:13

En labios inteligentes hay sabiduría, una vara para la espalda del insensato.

Proverbios 31:26

Abre su boca con sabiduría y su lengua instruye con cariño.

Cantares 1:5

Soy morena, pero hermosa, muchachas de Jerusalén, como tiendas de Quedar, como lonas de Salmá.

Cantares 4:11

Miel silvestre hay en tus labios, novia mía; miel y leche debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos es como aroma del Líbano.

Cantares 5:13

Sus mejillas, balsameras y macizos de perfumes; y sus labios como lirios que destilan mirra líquida.

Cantares 5:16

Su paladar es dulcísimo, ¡todo él es un encanto! Así es mi amor y mi amigo, muchachas de Jerusalén.

Cantares 6:7

dos mitades de granada tus mejillas tras tu velo.

Cantares 7:9

Dije: «Subiré a la palmera y recogeré sus dátiles». Tus pechos serán racimos de uvas y tu aliento, aroma de manzanas.

Ezequiel 16:63

de modo que, al acordarte del pasado, te avergüences y, avergonzada, no vuelvas a abrir la boca, pues voy a perdonarte todo lo que has hecho —oráculo del Señor Dios.

Levítico 14:4

el sacerdote ordenará traer, para el que ha de purificarse, dos aves vivas y puras, junto con madera de cedro, una cinta escarlata e hisopo.

Levítico 14:6

Después tomará el ave aún viva, la madera de cedro, la cinta escarlata y el hisopo, y los mojará en la sangre del ave inmolada sobre la vasija con agua corriente;

Números 19:6

luego el sacerdote tomará madera de cedro, una rama de hisopo y tela de color escarlata, y lo echará todo al fuego en que arde la vaca.

Números 4:8

Luego extenderán sobre ella un paño carmesí, la cubrirán con pieles de delfines y le pondrán los varales.

Mateo 12:35

De la persona buena brota el bien, porque es rica en bondad; pero de la persona mala brota el mal, porque es rica en maldad.

Lucas 4:22

Todos le manifestaban su aprobación y estaban maravillados por las hermosas palabras que había pronunciado. Y comentaban: —¿No es este el hijo de José?

Efesios 4:29

No empleéis palabras groseras; usad un lenguaje útil, constructivo y oportuno, capaz de hacer el bien a los que os escuchan.

Colosenses 4:6

En vuestra conversación sed siempre amenos y simpáticos dando a cada uno la respuesta oportuna.

Hebreos 9:19

En efecto, cuando Moisés terminó de explicar a todo el pueblo los preceptos de la ley, tomó sangre de los toros y los machos cabríos, la mezcló con agua y, valiéndose de un poco de lana roja y de una rama de hisopo, roció con ella al libro de la ley y a todo el pueblo

Josué 2:18

cuando entremos en el país, deberás atar a la ventana por la que nos has descolgado este cordón de hilo rojo después de haber reunido contigo en esta casa a tu padre, a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre.