Cantares 3:6 - La Palabra (versión española)

⁶ ¿Qué es eso que sube del desierto como columna de humo con olor a incienso y mirra y a mil aromas exóticos?

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁶ ¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo, Sahumada de mirra y de incienso Y de todo polvo aromático?

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ ¿Quién es ese que viene majestuosamente desde el desierto como una nube de humo? ¿Quién es el que viene perfumado con mirra e incienso y todo tipo de especias?

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ ¿Quién es este que sube del desierto? Parece ser una columna de humo perfumado de mirra y de incienso y de todos los aromas.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Coro ¿Qué es lo que sube del desierto Como columnas de humo, Perfumado con mirra e incienso, Y con todos los aromas del mercader?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ ¿Qué es aquello que sube del desierto, cual columna de humo, perfumado de mirra y de incienso, del aroma mejor del mercader?

Cantares 3:6 Referans Kwoze

Éxodo 30:34

El Señor dijo a Moisés: —Toma en cantidades iguales las siguientes especias olorosas: resina, uña aromática, incienso puro y gálbano aromático;

Proverbios 7:17

he perfumado mi alcoba con mirra, con áloe y con canela.

Cantares 1:13

Mi amado es una bolsa de mirra que descansa entre mis pechos.

Cantares 1:3

el olor de tu perfume es exquisito, tu nombre es esencia penetrante, ¡por eso te aman las muchachas!

Cantares 3:7

Esa es la litera de Salomón, escoltada por sesenta valientes, de lo más escogido de Israel:

Cantares 4:6

Mientras despunta el día y se esfuman las sombras, iré al monte de la mirra, al otero del incienso.

Cantares 5:13

Sus mejillas, balsameras y macizos de perfumes; y sus labios como lirios que destilan mirra líquida.

Cantares 5:5

Me levanté para abrirle a mi amor: mis manos goteaban mirra y mis dedos mirra líquida sobre el cerrojo de la puerta.

Cantares 8:5

¿Quién es esa que sube del desierto, recostada en el hombro del amor? Debajo del manzano te desperté, allí donde te concibió tu madre, allí donde te concibió y te dio a luz.

Isaías 43:19

Pues voy a hacer algo nuevo; ya brota, ¿no lo sentís? Abriré un camino en la estepa, pondré arroyos en el desierto;

Jeremías 2:2

Vete y proclama lo siguiente a oídos de Jerusalén: Esto dice el Señor: Recuerdo el cariño de tu juventud, el amor que me tenías de prometida: seguías mis pasos por el desierto, por tierra donde nadie siembra.

Jeremías 31:2

Así dice el Señor: Encontró favor en el desierto el pueblo escapado de la espada; Israel se dirige a su descanso,

Oseas 9:10

Como uvas en el desierto, así fue mi encuentro con Israel. Como brevas en la higuera así elegí a vuestros antepasados; pero cuando llegaron a Baal Peor se consagraron a la ignominia y se hicieron tan abominables como los ídolos que amaban.

Mateo 2:11

Entraron entonces en la casa, vieron al niño con su madre María y, cayendo de rodillas, le adoraron. Sacaron luego los tesoros que llevaban consigo y le ofrecieron oro, incienso y mirra.

Deuteronomio 8:2

Acuérdate del camino que durante cuarenta años el Señor tu Dios te hizo recorrer por el desierto para afligirte y ponerte a prueba, con el fin de conocer las inclinaciones de tu corazón y ver si cumplirías sus mandamientos.

Filipenses 4:18

Acuso, pues, recibo de todo, que ha sido más que suficiente. Me siento satisfecho con lo que me habéis enviado por medio de Epafrodito, y que es ofrenda de suave olor y sacrificio que Dios acepta con agrado.

Apocalipsis 12:14

Pero la mujer recibió dos alas de águila real, para que pudiera volar al lugar que tenía destinado en el desierto y ser allí alimentada, lejos de la serpiente, durante tres tiempos y medio.

Apocalipsis 12:6

Mientras tanto, la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios, donde será alimentada durante mil doscientos sesenta días.

Apocalipsis 18:13

canela, clavo, perfumes, mirra e incienso; vino y aceite; trigo y flor de harina; ovejas y ganado mayor; caballos y carros; esclavos y vidas humanas.

Apocalipsis 5:8

Apenas recibió el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero; todos tenían cítaras y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los santos.