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Cantares 1:10 - La Palabra (versión española)

10 ¡Qué hermosas tus mejillas resaltando entre pendientes, y tu cuello con collares!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, Tu cuello entre los collares.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¡Qué hermosas son tus mejillas! ¡Tus pendientes las encienden aún más! ¡Qué hermoso es tu cuello realzado con un collar de joyas!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Tus mejillas se ven lindas con esos aros y tu cuello entre los collares.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Hermosas son tus mejillas entre las trenzas, Tu cuello, entre collares de corales.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¡Qué graciosas tus mejillas con pendientes; tu garganta con collares!

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Cantares 1:10
14 Referans Kwoze  

Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba unos seis gramos, y dos brazaletes de oro que pesaban algo más de cien gramos para las muñecas de la muchacha,


Luego le pregunté: «¿De quién eres hija?». Y ella respondió: «Soy hija de Betuel, el hijo de Milcá y de Najor». Entonces le puse el anillo en la nariz y los brazaletes en los brazos.


Después sacó joyas de oro y plata, además de vestidos, y se lo dio todo a Rebeca. Y también entregó regalos a su hermano y a su madre.


Acto seguido el faraón se quitó de la mano el sello oficial y lo puso en la de José. Hizo que lo vistieran con ropa de lino fino, y que le pusieran un collar de oro al cuello.


pues serán corona preciosa en tu cabeza, collar alrededor de tu cuello.


Te haremos pendientes de oro engastados en plata.


Me robaste el corazón, hermana y novia mía, me robaste el corazón con una sola mirada, con una sola perla del collar.


Sus mejillas, balsameras y macizos de perfumes; y sus labios como lirios que destilan mirra líquida.


Reboso de dicha en el Señor, me alegro animoso en mi Dios, que me ha puesto un vestido de fiesta, me ha envuelto en un manto de victoria, como un novio que se pone la corona, como novia que se viste sus atuendos.


Por lo cual traemos como ofrenda al Señor artículos de oro de lo que nos ha tocado a cada uno: brazaletes, pulseras, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nosotros delante del Señor.


cuanto el interior, el del corazón: el adorno incorruptible de un espíritu apacible y sereno, que es la auténtica belleza a los ojos de Dios.


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