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Apocalipsis 7:1 - La Palabra (versión española)

1 Vi después cuatro ángeles de pie sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra. Sujetaban a los cuatro vientos, impidiendo que soplara viento alguno sobre la tierra, sobre el mar o sobre los árboles.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Después vi a cuatro ángeles que estaban de pie en las cuatro esquinas de la tierra. Sujetaban los cuatro vientos para que no soplaran sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 después de esto vi cuatro ángeles de pie en las cuatro esquinas de la tierra, que sujetaban a los cuatro vientos de la tierra para que no soplaran sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre los árboles.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Después de esto, vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos° de la tierra, para que no soplara viento sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Después vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro confines de la tierra, que retenían los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

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Apocalipsis 7:1
23 Referans Kwoze  

Alzará un estandarte a las naciones y reunirá a los dispersos de Israel, congregará a los diseminados de Judá de los cuatro extremos de la tierra.


Yo, el Señor, me ocupo de ella, la riego muy a menudo; para que no le falten hojas, la cuido de noche y día.


Lo condenas expulsándolo con espanto, lo castigas con un viento impetuoso, como un día con viento del este.


Convocaré cuatro vientos sobre Elam de los cuatro extremos del cielo; los aventaré a esos cuatro vientos, y no habrá una sola nación donde no lleguen refugiados de Elam.


Entonces me dijo: —Habla al espíritu, hijo de hombre, habla al espíritu y dile: «Esto dice el Señor Dios: Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla en estos muertos para que revivan».


—Hijo de hombre, di: Esto dice el Señor Dios a la tierra de Israel: ¡Llega el fin, llega el fin por todos los extremos del país!


Pero estando aún en el poder, su reino será destruido y repartido hacia los cuatro puntos cardinales. Mas no será para sus descendientes que no tendrán el poder que él había ejercido, pues su reino será arrancado de raíz y entregado a otros.


En mi visión nocturna contemplé cómo los cuatro vientos del cielo agitaban el inmenso mar,


El macho cabrío creció y creció, y cuando más fuerte era, se le rompió el cuerno grande: en su lugar aparecieron otros cuatro cuernos, orientados hacia los cuatro puntos cardinales.


Pero el Señor hizo que un fuerte viento azotase el mar hasta levantar una tempestad cuya violencia amenazaba con destrozar el barco.


De nuevo alce la vista y, al mirar, vi cuatro carros que salían de entre dos montañas que eran de bronce.


El ángel me respondió: —Representan a los cuatro vientos del cielo que se ponen en movimiento después de haber estado en presencia del Dueño de toda la tierra.


Y él enviará a sus ángeles para que a toque de trompeta convoquen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del cielo.


Y él enviará a los ángeles para que convoquen a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, del confín de la tierra hasta el confín del cielo.


y tratará de seducir a los habitantes de los cuatro puntos cardinales del mundo, a Gog y a Magog, cuyos ejércitos, innumerables como las arenas del mar, se pondrán en pie de guerra.


Emergiendo de entre los cuatro seres vivientes, una especie de voz proclamaba: —Por un kilo de trigo, el jornal de un día; por tres kilos de cebada, el jornal de un día; no causes daño, sin embargo, al aceite y al vino.


Les decía: —No causéis daño a la tierra, al mar o a los árboles hasta que marquemos en la frente a los servidores de nuestro Dios.


Tocó la trompeta el primero, y cayó sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. La tercera parte de la tierra quedó abrasada; la tercera parte de los árboles quedó abrasada; toda la hierba verde quedó abrasada.


decía al ángel que tenía en su mano la trompeta: —Desata a los cuatro ángeles que están encadenados en la ribera del gran río Éufrates.


Se les ordenó que no hicieran daño a la hierba, ni a la vegetación, ni a los árboles. Solo a quienes no llevasen en su frente la marca de Dios.


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