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2 Timoteo 2:22 - La Palabra (versión española)

22 Huye de los excesos juveniles y esfuérzate en llevar una vida de rectitud, de fe, de amor y de paz en unión con los que invocan limpia y sinceramente al Señor.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Evita los deseos desordenados, propios de la juventud. Busca la rectitud, la fe, el amor, y ten buenas relaciones con aquellos que invocan al Señor con corazón puro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Huye de las pasiones juveniles, sigue en pos° de la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón puro invocan al Señor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Huye de las ambiciones juveniles. Practica la justicia, la fidelidad, el amor, la paz con los que invocan al Señor con corazón puro.

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2 Timoteo 2:22
28 Referans Kwoze  

¿Cómo podrá un joven portarse rectamente? Viviendo de acuerdo a tu palabra.


¡Escucha, Señor, lo que es justo! Atiende mi súplica, presta oído a mi ruego, pues mis labios no mienten.


El Señor aborrece el sacrificio del malvado, la oración del honrado le agrada.


escapa cual gacela de la trampa, como ave de la red del cazador.


cruzó la calle, junto a la esquina, y se encaminó a la casa de la mujer.


Si un hombre se acuesta con una mujer y tiene lugar un derrame seminal, ambos deberán bañarse, pero quedarán impuros hasta la noche.


Esteban, por su parte, oraba con estas palabras mientras era apedreado: —Señor Jesús, acoge mi espíritu.


Y aquí mismo tiene plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para prender a todos los que te invocan.


El reino de Dios no consiste en lo que se come o en lo que se bebe; consiste en una vida recta, alegre y pacífica que procede del Espíritu Santo.


Así que busquemos con afán lo que contribuye a la paz y a la convivencia mutua.


Pero tengo algo que pediros, hermanos, y lo hago en nombre de nuestro Señor Jesucristo: que haya concordia entre vosotros. Desterrad cuanto signifique división y recuperad la armonía pensando y sintiendo lo mismo.


a la Iglesia de Dios reunida en Corinto. A vosotros que, consagrados por Cristo Jesús, habéis sido elegidos por Dios para ser su pueblo, junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor suyo y nuestro.


Evitad, por tanto, queridos míos, el culto a los ídolos.


Buscad, pues, sin descanso el amor y ambicionad también los dones del Espíritu, pero sobre todo el don de profecía.


Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado que la persona cometa queda fuera del cuerpo, pero el pecado de la lujuria ofende al propio cuerpo.


y me colmó de su gracia junto con la fe y el amor que me une a Cristo Jesús.


El propósito de esta advertencia es promover el amor que brota de un corazón limpio, de una conciencia sana y de una fe sincera.


Es, pues, mi deseo que en cualquier circunstancia los varones eleven una oración pura, libre de odios y altercados.


Que nadie te haga de menos por ser joven. Al contrario, que tu palabra, tu conducta, tu amor, tu fe y tu limpio proceder te conviertan en modelo para los creyentes.


Pero tú, que eres hombre de Dios, huye de todo eso y busca con ahínco la rectitud, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la dulzura.


Procurad estar en paz con todos y llevar una vida de consagrados; sin ello nadie verá al Señor.


Queridos hermanos, sois gente de paso en tierra extraña. Por eso os exhorto a que luchéis contra los apetitos desordenados que hacen guerra al espíritu.


Debe apartarse del mal y practicar el bien, debe buscar la paz y correr tras ella.


Pero tú, querido hermano, no imites lo malo, sino lo bueno. Quien hace el bien pertenece a Dios; quien hace el mal es que desconoce a Dios.


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