2 Timoteo 2:13 - La Palabra (versión española)

¹³ si le somos infieles, él permanece fiel, pues no puede faltar a su palabra.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹³ Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹³ Si somos infieles, él permanece fiel, pues él no puede negar quién es.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹³ Si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede desmentirse a sí mismo.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹³ Si somos infieles, Él permanece fiel, Porque no puede negarse a sí mismo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹³ si le somos infieles, él sigue siendo fiel, pues no puede negarse a sí mismo.

2 Timoteo 2:13 Referans Kwoze

Isaías 25:1

Señor, tú eres mi Dios, te ensalzo y te doy gracias, pues hiciste cosas admirables, planes fieles y firmes.

Números 23:19

No es Dios un ser humano para que pueda mentir, ni es mortal para cambiar de opinión. ¿Dirá algo y no lo hará? ¿Prometerá y no lo cumplirá?

Mateo 24:35

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Romanos 3:3

Sí, es cierto que algunos no creyeron; pero eso, ¿qué importa? ¿Acaso su falta de fe anulará la fidelidad de Dios?

Romanos 9:6

Y no es que Dios haya sido infiel a sus promesas. Lo que sucede es que no todos los que descienden de Israel son israelitas de verdad.

1 Corintios 1:9

Dios, que os ha elegido para vivir en unión con su Hijo Jesucristo, es un Dios que cumple su palabra.

Deuteronomio 7:9

Reconoce, entonces, que el Señor tu Dios es realmente Dios. Él es Dios fiel, que a lo largo de mil generaciones mantiene su alianza y tiene misericordia de aquellos que lo aman y cumplen sus mandamientos,

1 Tesalonicenses 5:24

Aquel que os ha llamado es fiel y cumplirá su palabra.

2 Tesalonicenses 3:3

¡Pero el Señor es fiel! Él os hará fuertes y os librará del maligno.

Tito 1:2

y se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esa vida desde la eternidad,

Hebreos 6:18

Ofrecía así dos garantías, ambas irrevocables, porque Dios no puede engañar, y proporcionaba un poderoso consuelo a quienes se refugiaban en él para mantener la esperanza a que estamos destinados.