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2 Reyes 9:11 - La Palabra (versión española)

11 Cuando Jehú salió a reunirse con los oficiales de su señor, uno le preguntó: —¿Qué sucede? ¿Por qué ha venido a verte ese loco? Él les respondió: —Ya conocéis a ese tipo de personas y sus monsergas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Después salió Jehú a los siervos de su señor, y le dijeron: ¿Hay paz? ¿Para qué vino a ti aquel loco? Y él les dijo: Vosotros conocéis al hombre y sus palabras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Jehú regresó a donde estaban los otros oficiales y uno de ellos le preguntó: —¿Qué quería ese loco? ¿Está todo bien? —Ya sabes cómo parlotea un hombre de esos —contestó Jehú.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Cuando Jehú volvió donde los oficiales de su señor, éstos le preguntaron: '¿Qué pasa? ¿Para qué te buscaba ese loco?' Les respondió: '¡Ustedes ya conocen a ese hombre y lo que dice!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Después Jehú salió a los siervos de su señor, y uno le preguntó: ¿Todo en paz? ¿Por qué vino a ti ese loco? Y les respondió: Vosotros conocéis a ese varón y su conversación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Salió Jehú adonde estaban los servidores de su señor y éstos le dijeron: '¿Todo va bien? ¿Para qué ha venido a ti ese loco?'. Él les respondió: 'Vosotros ya conocéis a ese hombre y su cantinela'.

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2 Reyes 9:11
16 Referans Kwoze  

Corre a su encuentro y pregúntale cómo están ella, su marido y su hijo. Ella respondió: —Estamos bien.


Guejazí salió tras Naamán y cuando este lo vio corriendo en pos de él, se apeó de su carro para recibirlo y le preguntó: —¿Va todo bien?


Pero ellos insistieron: —¡Mentiroso! Venga, cuéntanoslo. Entonces Jehú contestó: —Pues me ha dicho lo siguiente: «Así dice el Señor: Yo te consagro como rey de Israel».


El centinela que estaba en la torre de Jezrael vio venir al grupo de Jehú y dio el aviso: —Veo venir un grupo. Jorán ordenó: —Elige a un jinete y mándalo a su encuentro a preguntarles si traen buenas noticias.


El rey envió otro jinete que al llegar a ellos dijo: —El rey pregunta si traéis buenas noticias. Jehú contestó: —A ti no te importa. Ponte detrás de mí.


Cuando llegues allí, busca a Jehú, el hijo de Josafat y nieto de Nimsí. Entra donde esté, sácalo de entre sus compañeros y llévatelo a una habitación aparte.


Cuando Jorán vio a Jehú le preguntó: —¿Traes buenas noticias, Jehú? Pero Jehú respondió: —¿Qué buenas noticias puede haber mientras tu madre, Jezabel, siga con sus prostituciones y sus brujerías?


La lealtad brilla por su ausencia, quien se aparta del mal es despojado. El Señor ha visto disgustado que ya no existe el derecho;


«El Señor te ha nombrado sacerdote en lugar del sacerdote Joyadá, para que estés al frente del Templo del Señor. A todo el que desvaríe o profetice lo entregarás para que lo metan en el cepo y lo sujeten con argollas.


Han llegado los días del castigo, ha llegado el tiempo de la paga. ¡Que lo sepa Israel! Está trastornado el profeta, desvaría el hombre del espíritu a causa de tu gran iniquidad, de la enormidad de tu odio.


Cuando algunos de sus parientes se enteraron, vinieron con la intención de llevárselo a la fuerza, porque decían que estaba loco.


Muchos decían: —Está poseído de un demonio y ha perdido el juicio; ¿por qué le prestáis atención?


También entraron en contacto con él algunos filósofos epicúreos y estoicos. Unos preguntaban: —¿Qué podrá decir este charlatán? Otros, basándose en que anunciaba la buena nueva de Jesús y de la resurrección, comentaban: —Parece ser un propagandista de dioses extranjeros.


Estaba Pablo ocupado en el desarrollo de su defensa, cuando intervino Festo diciéndole en voz alta: —¡Pablo, estás loco; el mucho estudio te hace desvariar!


Así que nosotros somos unos locos a causa de Cristo; vosotros, en cambio, un modelo de sensatez cristiana; nosotros somos débiles, vosotros fuertes; vosotros os lleváis la estima, nosotros el desprecio.


Porque si dimos la impresión de excedernos, por Dios lo hicimos; y si ahora parecemos más serenos, por vosotros lo hacemos.


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