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2 Reyes 9:1 - La Palabra (versión española)

1 El profeta Eliseo llamó a uno de la comunidad de profetas y le ordenó: —Prepárate, llévate esta alcuza de aceite y vete a Ramot de Galaad.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Ciñe tus lomos, y toma esta redoma de aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Mientras tanto, el profeta Eliseo mandó llamar a un miembro del grupo de profetas. «Prepárate para viajar —le dijo—, y llévate este frasco de aceite de oliva. Ve a Ramot de Galaad,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El profeta Eliseo llamó a uno de los hermanos profetas y le dijo: 'Ponte el cinturón, llévate esta alcuza de aceite y parte para Ramot de Galaad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Y el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: Ciñe tus lomos, toma esta vasija de aceite en tu mano y ve a Ramot de Galaad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: 'Cíñete la cintura, toma esta alcuza de aceite en la mano y vete a Ramot de Galaad.

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2 Reyes 9:1
25 Referans Kwoze  

El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite del santuario y consagró a Salomón. Después hicieron sonar la trompeta y toda la gente se puso a gritar: —¡Viva el rey Salomón!


Elías, impulsado por la fuerza del Señor, se ciñó la ropa a la cintura y se fue corriendo delante de Ajab hasta llegar a Jezrael.


unge a Jehú, hijo de Nimsí, como rey de Israel; y unge a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, como profeta sucesor tuyo.


Un miembro de la comunidad de profetas dijo a un compañero, por orden del Señor: —¡Pégame! El compañero se negó


El Señor preguntó: «¿Quién confundirá a Ajab para que ataque a Ramot de Galaad y perezca?». Unos decían una cosa y otros, otra.


Luego preguntó a Josafat: —¿Quieres venir conmigo a atacar Ramot de Galaad? Josafat le respondió: —Yo, mi gente y mi caballería estamos a tu disposición.


Cuando lo vieron los profetas de Jericó que estaban enfrente, exclamaron: —¡Eliseo lleva el espíritu de Elías! Entonces fueron a su encuentro y se inclinaron ante él.


y la comunidad de profetas que vivía allí salió a recibir a Eliseo y le dijo: —¿No sabes que el Señor te arrebatará hoy a tu maestro? Él respondió: —¡Ya lo sé! ¡Callaos!


y los profetas que vivían allí formando un grupo se acercaron a Eliseo y le dijeron: —¿No sabes que el Señor te arrebatará hoy a tu maestro? Él respondió: —¡Ya lo sé! ¡Callaos!


Fueron también cincuenta profetas y se detuvieron a cierta distancia, frente a ellos. Ellos dos se detuvieron junto al Jordán.


Una mujer, casada con uno de la comunidad de profetas, fue a suplicar a Eliseo: —Mi marido, servidor tuyo, ha muerto; y tú sabes que era un hombre religioso. Ahora ha venido el acreedor a llevarse a mis dos hijos como esclavos.


Eliseo ordenó a Guejazí: —Prepárate, coge mi bastón y ponte en camino. Si encuentras a alguien, no lo saludes; y si alguien te saluda, no le respondas. Luego pones mi bastón en la cara del niño.


El joven profeta marchó a Ramot de Galaad.


Los habitantes de Jerusalén proclamaron rey sucesor de Jorán a su hijo menor Ocozías, pues una banda de árabes llegada al campamento había asesinado a los hijos mayores. Por eso reinó Ocozías, hijo de Jorán, rey de Judá.


Precisamente por su consejo se alió con Jorán, el hijo de Ajab, rey de Israel, para luchar contra Jazael, el rey de Siria, en Ramot de Galaad. Pero los sirios hirieron a Jorán,


Y tú, disponte a pelear, puesto en pie les dirás todo lo que yo te ordene. Y no les tengas miedo, o seré yo el que te intimide.


cuando una mujer que llevaba un perfume muy caro en un frasco de alabastro se acercó a él y vertió el perfume sobre su cabeza mientras estaba sentado a la mesa.


Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las normas que os enseño a cumplir, para que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da el Señor, Dios de vuestros antepasados.


Con vuestros propios ojos habéis visto lo que el Señor hizo con Baal Peor: a todo aquel que siguió a Baal Peor, el Señor tu Dios, lo exterminó de en medio de ti;


Tened, pues, a punto vuestra mente; no os dejéis seducir y poned toda vuestra esperanza en el don que os traerá la manifestación de Jesucristo.


Entonces Samuel tomó la aceitera, la derramó sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo: —El Señor te unge como jefe de su pueblo.


El Señor dijo a Samuel: —¿Hasta cuándo vas a seguir llorando por Saúl, si yo mismo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y prepárate que voy a enviarte a Jesé, el de Belén, pues me he elegido un rey entre sus hijos.


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